Un grupo internacional de astrónomos detectó un exoplaneta gigante gaseoso mayor que Júpiter, que se mueve alrededor de una estrella enana blanca muerta cerca del centro de nuestra galaxia.
Según los investigadores, esto podría ser un ejemplo de cómo se vería nuestro sistema solar dentro de miles de millones de años cuando el Sol alcance las etapas finales de su vida.
Los investigadores, dirigidos por Joshua Blackman de la Universidad de Tasmania, detectaron de manera accidental el planeta con el telescopio Kek, en Hawái, mediante la técnica de la microficha gravitacional.
Se calcula que esta enana blanca tiene 60 por ciento de la masa del Sol y su enorme exoplaneta (MOA2010BLG477Lb) tiene una masa 40 por ciento mayor que Júpiter, a 2.8 unidades astronómicas de distancia de su estrella madre.
“Nuestras observaciones confirman que los planetas que están en órbita lo suficientemente lejos de su estrella pueden seguir existiendo después de la muerte de esta”, señaló Blackman.
“Debido a que este sistema es análogo a nuestro propio sistema solar, parece que Júpiter y Saturno pueden llegar a sobrevivir después de que nuestro Sol se convierta en una gigante roja, cuando se quede sin combustible nuclear y se autodestruya”, agregó.
Una enana blanca es lo que queda de una estrella como el Sol. En las últimas etapas de su ciclo vital, la estrella quema todo el hidrógeno de su núcleo y se infla como un globo, por lo que se convierte en una gigante roja.
Los científicos creen que al menos la mitad de las enanas blancas tienen exoplanetas acompañantes y no descartan que puedan albergar condiciones de vida favorables para el huésped.