Suena feo y es tal como te lo estás imaginando. El trasplante de fecas consiste en introducir en una persona parte de las heces de otra. Puede parecer desagradable de solo pensarlo, pero ha demostrado grandes beneficios para la salud.
Es un tratamiento antiguo y los médicos chinos lo han ocupado durante milenios. Desde hace una década especialistas de todo el mundo lo han retomado tras comprobarse su efectividad en una enfermedad concreta: la infección intestinal por la bacteria Clostridium difficile.
Según un informe difundido por New Atlas, los trasplantes fecales también pueden ofrecer otro tipo de utilidad: reducir el consumo de bebidas alcohólicas en personas que padecen graves trastornos de adicción al alcohol.
El estudio realizado por investigadores de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia señala que existe una relación directa entre la microbiota intestinal y los trastornos de adicción.
El ensayo reclutó a 20 personas diagnosticadas clínicamente con trastorno por consumo de alcohol. Eran todos hombres, de unos 60 años y sufrían cirrosis hepática.
Algunos recibieron un placebo; otros, microbios fecales, de un único donante, con alto contenido de Lachnospiraceae y Ruminococcaceae, dos tipos de bacterias intestinales que se observan en niveles bajos en pacientes con trastorno por consumo de alcohol.
Luego del trasplante, administrado mediante enema, se midieron factores fisiológicos y de comportamiento en dos puntos de seguimiento: 15 días y seis meses.
“Durante los primeros 15 días, nueve de cada 10 pacientes que recibieron el trasplante tuvieron una reducción en sus antojos. Y su orina mostró una baja en los niveles de metabolitos relacionados con el alcohol”, señaló Jasmohan Bajaj, autor principal del estudio.
“Concluimos en este ensayo de fase 1 que el trasplante de microbios fecales en hombres con cirrosis es seguro, está asociado a una reducción del deseo y consumo de alcohol a corto plazo con un cambio microbiano beneficioso”, escribieron los investigadores en la conclusión del estudio publicado en la revista Hepatology.