Un equipo de investigadores de la Universidad McGill de Canadá propuso un sistema de propulsión que consiste en disparar un láser a una nave en el espacio a fin de impulsarla para que pueda completar su viaje.
Este particular sistema de propulsión es la respuesta de los expertos a un desafío de la NASA, que pidió ideas para enviar una nave con una carga de al menos una tonelada en un plazo no mayor de 45 días.
El sistema, nombrado “propulsión térmica láser”, contempla la construcción de una instalación de unos 10 metros de ancho (más o menos el tamaño de una cancha de tenis) desde donde se dispara un láser infrarrojo con la energía suficiente para electrificar a unas 80,000 casas en Estados Unidos.
El láser se apunta a una nave aparcada en la órbita terrestre, en particular, a una cámara que contiene plasma de hidrógeno como combustible. El láser calienta el combustible a unos 72,000 grados Fahrenheit (casi 40,00 grados Celsius), lo que produce un efecto propulsor al ser expulsado por una boquilla.
Según los expertos, la fuerza de propulsión sería capaz de impulsar a la nave a una velocidad de unos 17 kilómetros por segundo. A esta velocidad, los expertos calculan que la nave podría llegar a Marte en un plazo de 45 días.
Aunque novedoso, el sistema tiene un problema: se necesitaría que en Marte haya otro sistema de láser capaz de disparar a otra cámara para generar un efecto de propulsión a la inversa que permita el frenado de la nave.
Otra opción podría ser el aerofrenado, es decir, el uso de paracaídas. No obstante, este método parece complicado debido a que la nave experimentaría una desaceleración de hasta 8 g, donde 1 g es la aceleración ligada a la gravedad terrestre, de 9.8 m/s².