Rocket Lab, una compañía aeroespacial, tiene planeada una inusual estrategia para recuperar uno de sus cohetes en el reingreso a la Tierra: atraparlo en el aire por un helicóptero de gran tamaño.
La firma especializada tiene programado lanzar al espacio su cohete Electron a finales de abril desde la península de Mahia, en Nueva Zelanda. La misión llevará como carga 34 satélites pequeños de distintas compañías. La idea de Rocket Lab es que su cohete no vuelva a aterrizar en la Tierra, sino que sea capturado en el aire por un helicóptero mediante un vehículo especial de carga.
Según lo señalado por la compañía, la procedimiento considera el uso de un Sikorsky S-92, una nave de dos motores que se usa con frecuencia para transportar gas y petróleo y para asistir en operaciones de búsqueda y rescate.
“Tratar de atrapar un cohete mientras cae de regreso a la Tierra no es una tarea fácil, estamos haciendo algo muy complicado. Pero superar los límites con operaciones tan complejas está en nuestro ADN”, explicó Peter Beck, director ejecutivo de Rocket Lab.
Dos minutos después del lanzamiento, la primera etapa del cohete se separará de la segunda, que es la que llevará la carga útil al espacio. La primera etapa comenzará a caer a la Tierra a una velocidad que podría alcanzar los 8,000 km/h, y con temperaturas de hasta 2,400 grados Celsius. Luego, el cohete Electron abrirá un paracaídas a una altura de 13.5 kilómetros; mientras, el helicóptero aguardará en su posición para atrapar la línea del paracaídas mediante un gancho especial.
El objetivo de este procedimiento es volver a utilizar el cohete en una segunda oportunidad, lo que evitaría el daño que el agua podría provocar en los sistemas si el cohete cae en el agua.