El famoso impacto de Chicxulub que se provocó en la provincia de Yucatán en México hace 66 millones de años, por un asteroide de 10 a 15 km y que acabó con los dinosaurios, pudo no haber sido el factor principal de esta extinción, así al menos lo establece un estudio publicado en Nature Geoscience.
La tesis de la investigación sostiene que los efectos del polvo de silicato y el azufre generados por el impacto, así como el hollín de los incendios forestales serían las principales causas de la extinción.
Descubrieron que el polvo fino podría haber permanecido en la atmósfera hasta 15 años y contribuir a enfriar la superficie de la Tierra hasta en 15 ° C. Sugieren que este polvo podría haber bloqueado la fotosíntesis durante más de 600 días después del impacto, lo que provocó extinciones masivas de especies animales y vegetales que no estaban adaptadas para sobrevivir en condiciones de oscuridad, frío y falta de alimentos.
Cem Berk Senel y sus colegas produjeron simulaciones paleoclimáticas basadas en un análisis de material de grano fino emplazado en un depósito de impacto bien conservado de un sitio en Dakota del Norte, EE. UU. Descubrieron que la distribución del tamaño de los restos de silicato (aproximadamente 0,8-8,0 micrómetros) revelaba una mayor contribución de polvo fino de lo que se apreciaba anteriormente.
Los autores sugieren que el papel del polvo de silicato, junto con el hollín y el azufre, habría bloqueado la fotosíntesis y sostenido un invierno de impacto lo suficientemente largo como para causar el colapso catastrófico de la productividad primaria, desencadenando una reacción en cadena de extinciones.