Un julios es una métrica de energía que equivale al trabajo necesario para producir un vatio de potencia continuamente durante un segundo. Y la caída del meteorito Chicxulub que mató a los dinosaurios, liberó una potencia de 10 elevado a 23 julios, lo que sería 50,000 veces más que el terremoto grado 9,1 de Sumatra en 2004, dejando mega-terremotos que duraron meses.
Eso concluye Hermann Bermúdez, de la Universidad de Montclair State, en un artículo que se presenta en la reunión de la Geological Society of America (GSA Connects 2022).
En 2014, mientras realizaba trabajo de campo en la isla Gorgonilla de Colombia, Bermúdez encontró depósitos de esférulas: capas de sedimento llenas de pequeñas perlas de vidrio (de hasta 1,1 mm) y fragmentos conocidos como «tectitas» y «microtectitas» que fueron expulsados la atmósfera durante un impacto de asteroide. Estas perlas de vidrio se formaron cuando el calor y la presión del impacto derritieron y dispersaron la corteza terrestre, expulsando pequeñas gotas derretidas a la atmósfera durante un impacto de asteroide.
En el fondo del mar de Gorgoncilla capas de lodo y arenisca hasta 10 a 15 metros por debajo del fondo del mar experimentaron deformación de sedimentos blandos que se conservan en los afloramientos hoy, que Bermúdez atribuye a la sacudida del impacto.
Las fallas y deformaciones debidas a la sacudida continúan a través de la capa rica en esférulas que se depositó después del impacto, lo que indica que la sacudida debe haber continuado durante las semanas y meses que tardaron estos depósitos de grano más fino en llegar al fondo del océano.
Bermúdez explica en su investigación que «la sección que descubrí en la isla Gorgonilla es un lugar fantástico para estudiar el límite K-Pg, porque es uno de los mejor conservados y se encuentra en lo profundo del océano, por lo que no se vio afectado por los tsunamis».
En Mississippi, Alabama y Texas, Bermúdez documentó fallas y grietas probablemente asociadas con el megasismo. También documentó depósitos de tsunami en varios afloramientos, dejados por una enorme ola que fue parte de las catástrofes en cascada resultantes de la colisión del asteroide.