En 2019, un equipo de arqueología de la Universidad de Mánchester halló el fósil de un dinosaurio de hace 66 millones de años. El descubrimiento se realizó en Tanis, un sitio de excavación ubicado a unos 3,000 kilómetros del golfo de México, donde se cree pudo haber impactado el asteroide que extinguió a los dinosaurios.
Luego de una profunda investigación que se extendió desde ese año, los científicos afirman que los restos corresponden a la pata de un dinosaurio que aún conserva trozos de piel y que podría tratarse de un ejemplar que falleció el mismo día en que el asteroide chocó con la Tierra.
Para realizar este descubrimiento, los científicos tuvieron que extraer los restos de peces, tortugas marinas y mamíferos más pequeños que también se desenterraron en el sitio arqueológico y que permanecían adheridos al fósil. Los expertos también hallaron lo que parecían ser fragmentos del asteroide Chicxulub.
Luego de realizar esta suerte de “limpieza”, concluyeron que lo que tenían en frente era el muslo escamoso de un Thescelosaurus. “Parecía un Thescelosaurus común al que le arrancaron la pata muy rápido. Escamoso como los lagartos y carente de plumas como sus contemporáneos carnívoros. Sin embargo, no hay rastro de que la pata haya sido arrancada. Entonces, la mejor idea que tenemos es que este dinosaurio perdió la pierna al instante por el impacto del asteroide”, señala Phillip Manning, profesor de historia natural de la Universidad de Mánchester.
Luego de analizar las pequeñas rocas que se hallaron en el fósil, los autores de la investigación confirmaron que se correspondían con la datación radiométrica del asteroide. Esto sugiere que los dinosaurios que se hallaban en una zona cercana fallecieron debido a una lluvia de escombros.