Durante una segunda etapa de lanzamiento de un cohete perteneciente a la compañía Electron Rocket Lab, que transportaba un total de siete satélites, algo no salió como debía.
Según informó el encargado de la firma en su cuenta de Twitter, el proceso no funcionó correctamente en Nueva Zelandia, por lo que el cohete disminuyó la velocidad y luego perdió altitud.
A causa de esta situación, la empresa confirmó este sábado 4 de julio que el vehículo y la mayoría de sus cargas se perdieron, por lo que sus ingenieros tendrán un largo trabajo por delante.
Así lo expresó el CEO de la empresa, Peter Beck: «Lamento muchísimo que hoy no hayamos podido entregar los satélites de nuestros clientes. Tengan la certeza de que hallaremos el problema, lo corregiremos y volveremos pronto a la plataforma”.
En lo que respecta a la tecnología de lanzamiento, Electron Rocket Lab utiliza un lanzador con motores impresos en equipos 3D (tres dimensiones), que son alimentadas por bombas de combustible alimentadas por batería.
Este tipo de artefactos espaciales está diseñado para lanzar pequeños satélites y dejarlos en órbita terrestre, con la cualidad que el costo de lanzamiento es significativamente bajo.
We lost the flight late into the mission. I am incredibly sorry that we failed to deliver our customers satellites today. Rest assured we will find the issue, correct it and be back on the pad soon.
— Peter Beck (@Peter_J_Beck) July 4, 2020
Con respecto al cohete, su lanzamiento era el decimotercero que involucraba a la empresa, en el que iban un satélite construido por la Canon, cinco más del tipo SuperDove (que suelen ser utilizados para la observación de la Tierra pertenecientes a Planet) y otro pequeño dispositivo para demostración perteneciente a la británica In-Space Missions.
El despegue se produjo en la costa rocosa de la península de Mahia a las 5:19 pm EDT. Durante el periodo precio al lanzamiento, los nueve motores que propulsaban al cohete funcionaron de forma correcta.
Sin embargo, a los cinco minutos con 41 segundos del despegue, el dispositivo espacial comenzó a perder velocidad para luego terminar cayendo.
Con respecto al accidente, la empresa Spaceflight, que gestiona misiones de viajes compartidos, manifestó que “trabajaremos en estrecha colaboración con Rocket Lab y nuestro cliente Canon Electronics para arreglar esta situación, nuestros corazones están con todo el equipo que trabajó duro en esta fallida prueba”.