La belleza estĆ” en el ojo del que la ve, pero lo cierto es que los carros bonitos y Ćŗnicos pueden hacernos obviar cualquier otro detalle. OlvĆdate del rendimiento, la tecnologĆa, la comodidad, el precio. La belleza, a veces, es eterna, y pesa mĆ”s en la balanza que cualquier otra cosa caracterĆstica.