Una nueva compañía dedicada a la manipulación genética nació con un único y gigantesco propósito: salvar a los elefantes de la extinción y revivir al extinto mamut lanudo.
Colossal –cuyo nombre no pudo ser más apropiado para el objetivo– fue fundada por el genetista George Church y el empresario Ben Lamm. Con una inversión inicial de 15 millones de dólares, apunta a revivir a los mamuts mediante la controversial edición genética.
La idea lleva años en desarrollo por parte de Church y Colossal, como empresa, permitirá que ese proyecto avance más rápido, pues tendrá más recursos a la mano. De acuerdo con Colossal, la parte científica y tecnológica ya está resuelta y ahora solo es cuestión de escalar la iniciativa.
“El mamut es casi un elefante”, dice el sitio web de Colossal. La compañía comenta que el elefante asiático es el animal que más genes comparte con el mamut y que ambos coexistieron al mismo tiempo.
Sin embargo, para revivir al mamut se eligió al elefante africano por varios motivos. Uno de ellos es que se trata de una especie menos amenazada por la extinción que el elefante asiático. Y al ser más grandes, es menos difícil conseguir un elefante híbrido al inseminar a un paquidermo africano con un embrión de su pariente asiático.
Colossal asegura que tendrá las primeras crías de mamut vivas en seis años, lo cual suena demasiado optimista, incluso para un proyecto como este. Y si el mamut llegase a habitar la Tierra como antes, el cambio climático podría verse reducido, ya que estos animales ayudarían a mantener el ecosistema ártico en buen estado.
Más allá de las buenas intenciones, todo lo que Colossal dice que es capaz de hacer parece ciencia ficción, pues el proyecto es muy similar a la premisa de Jurassic Park: tomar ADN de animales extintos y usar los genes de sus parientes cercanos actuales para desarrollarlos. En la obra de Michael Crichton aquello no tuvo un buen final y es difícil pensar que este proyecto tenga un destino diferente.