A medida que se le investiga, más cualidades nocivas se le descubren al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, el causante de la peor pandemia en más de un siglo.
Hasta ahora, la comunidad científica había advertido inconvenientes en pulmones, riñones, hígado y vasos sanguíneos entre los enfermos de COVID-19.
Un estudio liderado por Akiko Iwasaki, inmunóloga de la Universidad de Yale, determinó que la mitad de los pacientes presenta síntomas neurológicos.
Las molestias incluyen dolores de cabeza, sensación de confusión y delirios, lo que sugiere que el virus también puede atacar el cerebro, informó The New York Times.
«Si el cerebro se infecta, podría tener una consecuencia letal», explicó la especialista, cuyo trabajo estaba al cierre de esta edición pendiente de ser revisado por pares.
De acuerdo con la investigación, el coronavirus “invade las células cerebrales y las secuestra para hacer copias de sí mismo”, además de “absorber todo el oxígeno cercano, matando de hambre a las células vecinas”.
No existe evidencia de la manera en que el microorganismo llega a tal lugar ni con qué frecuencia, pero se estima que habría personas más susceptibles por antecedentes genéticos o tal vez hayan estado expuestas a una alta carga viral.
Para Michael Zandi, neurólogo del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía de Gran Bretaña, estos datos proporcionan evidencia que sustentan los temores de los especialistas.
«No habíamos visto realmente mucha evidencia de que el virus pudiese infectar el cerebro, aunque sabíamos que era una posibilidad», admitió.
En julio de 2020, un equipo de médicos que integró el propio Zandi publicó una investigación que mostraba que algunos pacientes infectados por el SARS-CoV-2 desarrollaban complicaciones neurológicas graves, incluido daño nervioso, enfatizó The New York Times.