El cometa 21/Borisov es apenas el segundo objeto interestelar en la historia de la humanidad que los astrónomos han detectado mientras atraviesa nuestro sistema solar, y tras haberse acercado a nuestro Sol, el 21/Borisov se está desmoronando.
El objeto celeste proveniente de otro sistema solar fue identificado el año pasado en su trayecto hacia el Sol, dando tiempo a los astrónomos terrestres de estudiarlo y llegar a la conclusión de que su composición era sumamente similar a la de los cometas originados en el sistema solar que habitamos. Ahora, de acuerdo con reportes presentados en la publicación The Astronomer’s Telegram, se ha registrado la “posible fragmentación” del cometa. Esto de acuerdo con un equipo de astrónomos que lo han estado examinando a través del Telescopio Espacial Hubble.
La fragmentación del cometa ya era una posibilidad contemplada desde que se observó que se acercaría al Sol, pues al tratarse de un cometa, su principal constitución está compuesta por hielo.
En su estudio, los científicos compararon una serie de imágenes obtenidas del Hubble entre el 24 de febrero y el 28 de marzo e identificaron un fragmento del núcleo del cometa que se ha desprendido del cuerpo principal del 21/Borisov. De acuerdo con sus cálculos, este fragmento podría medir hasta el 10 por ciento del núcleo original del cometa.
Fue cuando los astrónomos observaron explosiones emanando del cometa hace algunas semanas que se comenzó a sospechar que ya encontraba en descomposición. Los científicos planean continuar observándolo durante este proceso, con el fin de estudiar qué tipo de elementos pudieron haber llegado con él a nuestro sistema solar desde los confines lejanos del universo.