El lunes 14 de septiembre astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) anunciaron el descubrimiento de una molécula poco común, la fosfina, en las nubes de Venus. La detección sería un indicio claro de vida en el planeta vecino.
Y este jueves, la NASA dio a conocer que en abril de 2021 podría aprobar dos misiones científicas a Venus que, según los científicos involucrados en el proyecto, podría ayudar a determinar si ese planeta alberga vida, informó la agencia Reuters.
En febrero, la agencia espacial estadounidense preseleccionó cuatro misiones que ahora están siendo revisadas por un panel de expertos de la NASA, dos de las cuales involucrarían sondas robóticas a Venus.
Una de ellas, denominada DAVINCI+, pretende enviar una sonda a Venus. En lugar de centrarse en el planeta en sí, se enfocará en los gases que lo rodean. Sus objetivos son ver cómo evolucionó la atmósfera de Venus y si el planeta tuvo océano.
“Es el proyecto más lógico si tu motivación es hacer un seguimiento en Venus. Debes ir allá y ver lo que está sucediendo en la atmósfera”, señaló el martes a Reuters, David Grinspoon, astrobiólogo que trabaja en el proyecto DAVINCI +.
Las otras tres propuestas son: IVO, una misión a la luna Io de Júpiter; Trident, un viaje aéreo para trazar un mapa de Tritón, la luna helada de Neptuno y, finalmente, VERITAS. Esta misión también espera viajar a Venus pero con el objetivo de comprender la historia geológica del planeta.
La NASA ha expresado que puede elegir una o dos de las misiones.
La búsqueda de vida en otras partes del sistema solar hasta ahora no se ha centrado en Venus. De hecho, la Nasa lanzó en julio de 2020 un rover de próxima generación para buscar rastros de vida pasada potencial en Marte.
A la luz de los hallazgos publicados por ESO el lunes, el administrador de la NASA Jim Bridenstine señaló que llegó la “hora de priorizar Venus”. En un comunicado, Bridenstine señaló que el proceso de selección para las nuevas misiones potenciales será difícil “pero será justo e imparcial”.