Hay un enorme asteroide que se acerca a nosotros en 2029 y la Agencia Espacial Europea (ESA) quiere rastrearlo en cada paso del camino.
No te preocupes, puedes mirar hacia arriba con confianza, ya que el asteroide Apophis de 1.230 pies de largo (unos 375 metros) no está en curso de colisión con la Tierra. Pero si pasa a una distancia de solo 20.000 millas (unos 32.000 kilómetros), se acercará notablemente.
Como parte de la investigación en curso sobre la defensa planetaria, la ESA ha anunciado que ha recibido permiso para embarcarse en los trabajos preparatorios de la Misión Rápida Apophis para la Seguridad Espacial (Ramses).
El plan es que la nave espacial Ramsés se reúna con Apophis y la acompañe a través de lo que la ESA dice que es un «sobrevuelo seguro pero excepcionalmente cercano» de la Tierra dentro de cinco años.
Utilizando los datos recopilados por Ramsés, los investigadores estudiarán el asteroide a medida que la gravedad de la Tierra altera sus características físicas. Se espera que los hallazgos ayuden a mejorar nuestra capacidad para defender la Tierra de cualquier objeto similar que se calcule que esté en curso de colisión en el futuro.
Al comentar sobre la misión, Patrick Michel, director de investigación del CNRS en el Observatorio de la Costa Azul, dijo: «Todavía tenemos mucho que aprender sobre los asteroides, pero, hasta ahora, hemos tenido que viajar a las profundidades del sistema solar para estudiarlos y realizar experimentos nosotros mismos para interactuar con su superficie.
«Por primera vez en la historia, la naturaleza nos trae uno y lleva a cabo el experimento en sí. Todo lo que tenemos que hacer es ver cómo Apophis se estira y es comprimido por fuertes fuerzas de marea que pueden desencadenar deslizamientos de tierra y otras perturbaciones [en el asteroide] y revelar nuevo material debajo de la superficie».
La ESA necesita trabajar de manera eficiente en los preparativos para la misión, ya que Ramsés tiene que lanzarse en abril de 2028 para poder reunirse con Apophis en febrero de 2029, dos meses antes de la aproximación.
En una prueba de 2022 para ver si podía alterar el curso de un asteroide, la NASA seleccionó uno en el espacio profundo y estrelló deliberadamente una nave espacial contra él. Investigaciones posteriores encontraron que el impacto cambió la trayectoria de la roca, ofreciendo la esperanza de una solución efectiva para proteger a la Tierra de los asteroides que se acercan a nosotros.