El cohete chino Long March 5B que tanta expectación causó en todo el mundo y que venía sin control sobre la Tierra, finalmente se desintegró y cayó la madrugada de este domingo 8 de mayo.
Las autoridades y medios estatales chinos confirmaron que partes del cohete ingresaron a la atmósfera terrestre a las 10:24 del domingo, hora de Pekín (02:24 GMT) sobre la península Arábiga.
El Escuadrón 18 de Control Espacial de Estados Unidos que también rastrea chatarra y objetos artificiales entrando en la atmósfera, dio el parte:
El Comando Espacial de Estados Unidos dijo en un comunicado que podía «confirmar que el Long March 5B volvió a entrar en la península Arábiga». «Se desconoce si los escombros impactaron la tierra o el agua», dijo el comando.
El Roscomos, la agencia espacial de Rusia, también se refirió al cohete chino y su caída e informó que sus desechos cayeron en el Océano Índico.
Las coordenadas ubican el punto de impacto en el océano Índico, al norte del archipiélago de Maldivas, ubicado al sudoeste de Sri Lanka y a 600 km de India.
Una de las principales preocupaciones de autoridades aeroespaciales de varios países del mundo, es que el Long March 5B pudiera caer en lugares habitados.
«Un reingreso en el océano siempre fue estadísticamente la más probable», tuiteó Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, quién estuvo monitoreando la caída del cohete.
Sin embargo, las autoridades del país asiático advirtieron que lo más probable es que el cohete se desintegraría al entrar en la atmósfera y que no quedarían pedazos importantes que pudieran causar daño a la población o a zonas terrestres.
China había lanzado el Long March 5B el pasado 29 de abril para poner en órbita una sección de la estación espacial que ese país está construyendo.
Fuente: Agencias