Un grupo de científicos de la Universidad de Oxford desarrolló un nuevo compuesto que podría ayudar mucho en la batalla contra el cáncer: una variación de la cordicepina, un nucleósido cuya efectividad en quimoterapias llega a ser 40 veces mayor que el compuesto original.
La cordicepina es una droga basada en unos hongos que provienen de los Himalayas y que se ha usado en tratamientos contra el cáncer. Sin embargo, su efectividad se ve reducida porque, al entrar al torrente sanguíneo, es debilitada por la enzima ADA.
La nueva investigación, liderada por Sarah Blagden y Hagen Schwenzer de la Universidad Oxford, en conjunto con la farmacéutica NuCana, desarrolló una versión mejorada de la cordicepina denominada NUC-7738, que no resulta tan afectada por la enzima como la original.
Para ello, utilizaron una tecnología llamada ProTide de NuCana, que agrega nuevos químicos a la cordicepina y la hacen más resistente. La tecnología ProTide ya se ha usado en tratamientos para otras enfermedades, como el ébola o el mismo COVID-19, y está presente en medicamentos aprobados por las autoridades estadounidenses.
Las primeras pruebas de este nuevo compuesto, realizadas sobre células de tumores cancerígenos de fase I, comprueban que efectivamente el NUC-7738 es más potente y ataca con mayor efectividad las células de cáncer. Además, los investigadores revelan que los pacientes han resistido bien al tratamiento y que los efectos secundarios de esta versión potenciada no son muy distintos a los que genera la cordicepina tradicional.
Lo que viene ahora son pruebas en células de cáncer en fase II y, de resultar efectivas, abren una nueva luz de esperanza en la lucha contra la enfermedad.