Tan cerca, tan lejos… La Luna sigue siendo un insondable misterio para la humanidad pese a haber enviado con éxito varias misiones tripuladas que han logrado poner el pie en este inhóspito lugar. Si bien es cierto que conocemos mucho sobre su superficie, la misteriosa cara oculta de nuestro satélite sigue albergando intrigantes misterios.
Una de estas incógnitas la alimentó la sonda china Chang’e 4, cuando en enero de 2019 logró alunizar en esta cara oculta y analizar buena parte del subsuelo. Las pesquisas, como puedes suponer, fueron acompañadas de una multitud de imágenes que comenzaron a estudiarse con profusión, tomadas por el Rover Yutu 2, que acompañaba a la sonda.
Esta unidad de transporte estaba especialmente pertrechada para aguantar las gélidas temperaturas y la complicada superficie rocosa de este lado más alejado de la Luna. Fue precisamente este rover el que envió a la Tierra unas extrañas fotografías que revolucionaron a toda la comunidad científica: ¿qué era aquel extraño «gel» que aparecía en la superficie?
El vehículo localizó una extraña sustancia en el fondo de uno de los cráteres y este hallazgo disparó la actividad en el centro de control chino de la misión. Y no ha transcurrido demasiado tiempo como para que dejemos volar nuestra imaginación y especulemos sobre el origen y causa de esta sustancia: ya tenemos la respuesta.
Los científicos chinos han confirmado que estos pedazos de material de poco más de medio metro de tamaño son en realidad roca fundida cuyo origen puede estar en el propio impacto de un meteorito o bien en alguna actividad volcánica anterior.
A esta conclusión han llegado los expertos analizando en detalle las imágenes tomadas por las cámaras panorámicas y las anticolisión que equipa el rover, así como los datos obtenidos por el espectrómetro por infrarrojos (VNIS) que emplea este vehículo para la captura de datos.
Si te sientes algo decepcionado por estas conclusiones —te comprendemos, nos pasa lo mismo—, la buena noticia es que no son definitivas: la captura de datos se ha llevado a cabo con las lógicas condiciones de escasa luz de este misterioso lado oscuro con lo que todavía puede haber sorpresas.
¿Cuándo habrá datos definitivos? Desde la NASA sostienen que hasta que no haya “muestras de esta zona” que permitan analizar en detalle “la composición” de este aparente gel, la información “podría no ser del todo precisa”.