La tecnología de autoconducción sigue avanzando a pasos agigantados, pero hasta el momento, los vehículos que cuentan con estos avances requerían un ser humano sentado tras el volante, para asegurarse que todo salga sin problemas y tomar el control en caso de un percance. Pero ese ya no será el caso en una ciudad estadounidense, que quiere convertirse en “la más amigable del país para vehículos autónomos».
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, eliminó muchos de los obstáculos que anteriormente impedían a las compañías que esperaban probar vehículos autónomos en las carreteras de Miami, y extendió la medida al resto del estado. El político republicano firmó una ley que establece un marco legal claro para que los autos sin conductor operen dentro del estado, incluidos los prototipos que navegan por su cuenta sin un operador humano detrás del volante.
A partir del primero de julio de 2019, los fabricantes de automóviles y las empresas de tecnología podrán probar vehículos experimentales autónomos en las carreteras de la Florida sin que haya nadie detrás del volante o dentro del automóvil. La única condición es que los prototipos deberán cumplir con las normas de seguridad básicas que se describen en la ley.
Cuando un operador humano está detrás del volante, el prototipo autónomo debe poder emitir alertas visuales y audibles si detecta que uno de sus sistemas principales ha fallado. Cuando se produce un problema mientras maneja por su cuenta, debe ser capaz de detenerse de forma segura. Eso significa detenerse lentamente y activar sus luces de peligro, y no frenar bruscamente en el centro de una intersección concurrida.
La ley señala claramente que el sistema de conducción autónoma se considera oficialmente el operador del automóvil. Esta cláusula implica que la compañía que construyó el prototipo es responsable en caso de un accidente, y obliga a los ingenieros a garantizar que la tecnología que desarrollan sea segura y confiable.
Desde Audi hasta Waymo, las empresas que quieren una parte en este juego de alto riesgo están apostando a que las personas que consienten en ser pasajeros de sus vehículos autónomos tendrán más tiempo para trabajar, leer o ponerse al día con sus programas favoritos durante su viaje. Y, dado que un ser humano no está obligado legalmente a monitorear el viaje, si te animas a subirte a uno de estos vehículos, incluso puedes tomar una siesta al volante la próxima vez que visites el Estado del Sol.