Además del emblema del corbatín, ¿qué tienen en común el Volt y el Camaro? No mucho, a decir verdad. Pero esta situación podría cambiar pronto, dado que Chevrolet está considerando una variante híbrida de su musculoso. Con ella, aprovecharía las virtudes de la electricidad para lograr un aumento de potencia y una reducción en el consumo de carburante.
Así se desprende de una encuesta realizada por el fabricante estadounidense, en la que preguntó a los propietarios del Camaro sobre la viabilidad de una versión propulsada por gasolina y electricidad. Filtrado en un foro dedicado al vehículo, el sondeo mencionó dos posibilidades de tren motriz, aunque no proporcionó más detalles técnicos, como el tipo de transmisión o las características de las baterías.
La primera opción equipa un motor turboalimentado de cuatro cilindros y 2.0 litros. La adición de una planta eléctrica aumentaría la producción total a 365 caballos de fuerza (hp) y elevaría la economía de combustible hasta las 30 millas por galón (12.8 kilómetros por litro) en ciclo combinado. Hipotéticamente, la unidad tardaría 4.4 segundos en llegar a las 60 millas (97 kilómetros) por hora.
En su versión convencional más básica, el Camaro 2019 de 2.0 litros y cuatro cilindros genera 275 hp y ofrece un consumo mixto de 25 mpg (10.6 kpl). Además, realiza el sprint de cero a 60 mph en 5.4 segundos.
La segunda alternativa híbrida utiliza un poderoso V8 de 6.2 litros, que eleva la potencia a 545 hp, reduce a 3.7 segundos el arranque de cero a 60 mph y exhibe un rendimiento combinado de 24 mpg (10.2 kpl). Sin el impulso híbrido, el V8 ofrece 455 hp, hace el sprint en cuatro segundos y ostenta 19 mpg (ocho kpl).
Chevrolet explicó en su encuesta que el sistema híbrido tendría un valor adicional de $4,000 y $8,000 dólares, dependiendo de cada motorización. Ese costo podría ahuyentar a los fanáticos del modelo, especialmente considerando que Chevrolet siempre ha defendido con orgullo el concepto de ofrecer desempeño a un precio relativamente asequible. A ello hay que agregarle el efecto –aún desconocido- en el rendimiento y la maniobrabilidad del peso adicional que supone el paquete de baterías.
De momento, la marca no ha comentado sobre la encuesta ni ha revelado lo que le depara el futuro a la gama. Lo que sí sabemos es que el Ford Mustang, su archienemigo desde fines de la década de 1960, acogerá en su familia una opción híbrida en los próximos años. Hay rumores que afirman que la próxima generación del Corvette viene con sorpresas en ese sentido.