El genio del Renacimiento Leonardo Da Vinci fue un artista total. Su obra pictórica, tan fascinante como escasa, le aseguró un lugar en la posteridad con pinturas icónicas como La Gioconda y La última cena. Sin embargo, a la par de su talento como artista, Da Vinci también fue un inventor visionario capaz de conceptualizar máquinas que fueron tecnológicamente posibles hasta 500 años después de idearlas.
En los últimos años, diversos estudios científicos apuntan a que su genio estaba estrechamente ligado a que Da Vinci tenía trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que presuntamente también padecieron otros genios como Albert Einstein y Thomas Alva Edison. Esta condición, dicen los científicos, explicaría por qué Da Vinci era un procrastinador nato que empezaba muchos proyectos sin concluir ninguno. “Este hombre nunca termina nada”, solía decir sobre Da Vinci el papa León X.
Leonardo Da Vinci nació el 15 de abril de 1452. Fue un genio multifacético que brilló en áreas como la escritura, la ciencia, la música, el arte y la tecnología, campo en el que destacó por sus visionarios inventos que plasmó en bocetos.
Estos son algunos de sus inventos más fascinantes.
El helicóptero
Aunque las primeras aeronaves consideradas helicópteros (una máquina capaz de volar impulsada por rotores horizontales) no se construyeron sino hasta el siglo XX con el autogiro creado por el español Juan de la Cierva en 1920, Da Vinci inventó el precursor del helicóptero a finales del siglo XV.
El boceto creado por Da Vinci muestra una máquina voladora que se mantendría en el aire mediante una hélice en forma de espiral.
El paracaídas
En 1783, el químico francés Louis-Sébastien Lenormand realizó el primer lanzamiento en paracaídas de la historia. Sin embargo, Da Vinci describió unos 300 años atrás un dispositivo para descender de una altura considerable sin sufrir lesiones y que según expertos habría sido precursor del invento de Lenormand.
La invención de Da Vinci contempló una especie de tienda de acampar hecha de lino con una diagonal de siete metros (alrededor de 23 pies) y unos 3.5 metros de profundidad (unos 12 pies).
En el año 2000, un entusiasta de su obra decidió poner a prueba el prototipo de Da Vinci. Este fue el resultado:
El automóvil
Siglos antes de la revolución del auto y su producción en masa con Henry Ford, Da Vinci ideó un vehículo autopropulsado. En la era del genio renacentista, los coches eran más bien carruajes jalados por caballos u otros animales de carga. El concepto de Da Vinci sustituía la fuerza de estos animales por un mecanismo que funcionaba con engranajes y resortes.
El tanque
Varios de los inventos de Da Vinci eran tecnología para la guerra que, sin ser precisamente armas con gran potencia destructiva, tenían por objeto intimidar al rival.
En este sentido, Da Vinci ideó un vehículo acorazado, con armas que apuntaban hacia el exterior y requería ocho tripulantes para moverlo. Fue una especie de tanque medieval.
Un traje para bucear
Alrededor del año 1500, cuando Da Vinci trabajó como arquitecto e ingeniero militar para la ciudad de Venecia, diseñó un traje de buceo que incluía una mascarilla en forma de bolsa para permitir la inmersión. El traje, una especie de modelo primigenio de equipo de buceo, tenía por objetivo facilitar un ataque sorpresa a barcos enemigos.
Venecia temía un ataque turco que al final nunca se perpetró, por lo que la invención de Da Vinci no tuvo que ser utilizada.