Un increíble descubrimiento que cierra la cadena evolutiva que existe en el medio entre dinosaurios y aves, fue descubierto en Brasil. La extraña criatura vivió hace unos 230 millones de años durante el período Triásico (hace 252 millones a 201 millones de años) y tenía manos enormes y largas garras en forma de espada.
Sus «manos y garras, que se parecen un poco a las de Edward Scissorhands (el joven manos de tijera), y pueden haber sido utilizadas para atrapar presas o trepar árboles», dijo Rodrigo Müller, paleontólogo de la Universidad Federal de Santa María en Brasil, al sitio WordsSideKick.com.
Tenía un pico grande y afilado que probablemente solía meter en insectos, frutas y animales pequeños como lagartos, dijo Müller. Sus garras probablemente se habrían utilizado para escalar y procesar presas.
En honor a su distintivo pico de rapaz y garras de agarre, los investigadores llamaron al reptil Venetorapter gassenae.
Medía más de 1 metro de longitud, con una altura de 30 centímetros hasta la cadera. Tenía una larga cola y habría pesado entre 4 y 8 kilogramos
Los pterosaurios, que tenían membranosas (y no con plumas como las que tienen las aves) convivieron con los dinosaurios, las tortugas, las lagartijas y otros animales hace 220 millones de años, y se extinguieron 66 millones de años atrás. Sus precursores, entonces, fueron los lagerpétidos, aunque este grupo no volaba.
“Si pensáramos en una gran familia, Venetoraptor fue pariente también de los dinosaurios. No fue su ancestro, pero sí han estado emparentados: son como primos muy cercanos”, dijo a Infobae el doctor Fernando Novas, uno de los científicos del Conicet que participó en la investigación publicada hoy en Nature y a cargo del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia.