Una eficacia de 91.6 por ciento ofrece la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19, según los resultados del estudio preliminar realizado con 20,000 participantes en todo el mundo.
Así lo ratificaron los datos publicados el 2 de febrero por The Lancet, movimiento con el que Rusia quiere dejar atrás el escepticismo de la comunidad internacional.
Si bien Rusia había dado a conocer los resultados preliminares en noviembre de 2020, hasta ahora no habían sido divulgados en ninguna revista científica.
“El desarrollo de la vacuna Sputnik V ha sido criticado por sus prisas improcedentes, por tomar atajos y por su falta de transparencia, pero los resultados que se publican ahora son claros y el principio científico de la vacunación queda demostrado”, señalan dos expertos británicos independientes, Ian Jones, de la Universidad de Reading, y Polly Roy, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en un comentario en The Lancet.
El antídoto es desarrollado por el Instituto Gamaleya de Rusia y la investigación financiada por el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).
El Instituto Gamaleya destacó que la vacuna tiene una eficacia similar en las personas mayores de 60 años. Más allá de la fiebre y el cansancio, no se han reportado efectos adversos graves en los vacunados.
Resultados
El 75 por ciento de los participantes recibieron dos dosis de la vacuna real, mientras que el resto recibió placebo.
Según el informe, entre los vacunados se detectaron 16 personas (0.1 por ciento) con COVID-19 sintomático, y entre quienes recibieron el placebo, 62 casos (1.3 por ciento).
Los datos equivalen a una eficacia a corto plazo del 92 por ciento, que se comparan con el 95 de la vacuna de Pfizer/BioNTech y el 94.5 de Moderna.
Según el RDIF, además de Rusia, la vacuna ha sido aprobada por Bielorrusia, Serbia, Argentina, Bolivia, Argelia, Palestina, Venezuela, Paraguay, Turkmenistán, Hungría, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Guinea Conakri, Túnez y Armenia.