Una mujer holandesa de 89 años se convirtió en la primera persona conocida en morir tras haberse reinfectado del COVID-19, según investigadores.
La mujer padecía de macroglobulinemia de Waldenström, un extraño cáncer a la médula ósea. Debido a que fue sometida a un tratamiento de depleción celular, su sistema inmunológico estaba debilitado.
El caso fue descrito por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Maastricht en los Países Bajos, en un artículo publicado en la revista Clinical Infectious Diseases.
Según los investigadores, pese a que su sistema inmunológico estaba deprimido, su respuesta inmune natural debería haber sido «suficiente» para combatir el COVID-19.
El tipo de tratamiento que recibió para el cáncer «no necesariamente resulta en una enfermedad potencialmente mortal», afirmaron los investigadores.
La paciente había sido internada en un hospital a comienzos de 2020 debido a una tos intensa y fiebre, confirmándose que se trataba de un caso positivo de COVID-19. Después de cinco días, cuando los síntomas habían desaparecido por completo, fue dada de alta del hospital.
Sin embargo, 59 días después del inicio del primer episodio, la mujer volvió a desarrollar fiebre, tos y dificultad para respirar. Nuevamente dio positivo por coronavirus, sin que se detectaran anticuerpos en su sangre. Al octavo día su condición se agravó.
Dudas sobre inmunidad y anticuerpos
El caso de plantea dudas sobre cuánto tiempo duran la inmunidad y los anticuerpos tras el primer contagio del virus SARS-CoV-2.
Aunque la mujer no se sometió a pruebas entre ambas infecciones, al examinar las muestras de ambos casos, los científicos descubrieron que la composición genética de los dos virus era diferente.
“Es probable que el segundo episodio fuera una reinfección más que una muda prolongada”, concluyeron los investigadores.
Aunque es la primera vez que se confirma un fallecido por reinfección de COVID-19, se han reportado algunos casos de reinfección en todo el mundo.
Según un paper publicado en The Lancet Infectious Diseases, por el momento no existen datos suficientes para confirmar si las reinfecciones se producen debido a una escasa respuesta de anticuerpos después del primer contagio.
«El objetivo clave para el futuro es determinar el nivel y la especificidad del anticuerpo contra la proteína de pico en el momento de la reinfección, para determinar la correlación inmunitaria de la protección”, explican.