La tímida aproximación de Mazda al tema de los autos eléctricos le había costado protagonismo a su excelente y vistosa línea de vehículos, que careció de un compañero sin emisiones en los salones de exhibición para afirmar que el fabricante japonés piensa en el futuro.
Esta carencia fue solucionada en Japón y Europa a finales de 2020 con la llegada de la crossover eléctrica compacta Mazda MX-30, que había debutado en el Salón del Automóvil de Tokio en 2019. Pero en Estados Unidos la historia es muy distinta.
La pequeña crossover eléctrica de Mazda llega a Estados Unidos en cantidades extremadamente limitadas, 560 unidades para ser exactos, y solo será vendida en California. El problema recae en la poca autonomía de la MX-30, que con un alcance de 100 millas (160 km) ofrece apenas 38 por ciento de la autonomía de un Chevrolet Bolt. Esta peculiaridad la convierte en un automóvil eléctrico apto para el quehacer diario, pero no para viajes largos.
Las pruebas y análisis de los autos eléctricos ponen énfasis en el tema de la autonomía, pero la verdad es que el estadounidense promedio viaja 16 millas (25.6 kilómetros) por tramo para ir y regresar del trabajo, lo que en el caso de la MX-30 dejaría 68 millas para ir de compras y actividades recreativas opcionales, lo cual no está mal, ya que el auto pueda cargarse durante la noche. Por cierto, Mazda ofrece un bono de $500 dólares a cada dueño de una MX-30 para pagar por recargas de la batería, que puede ser usado para la instalación de un puerto de reabastecimiento en casa.
Para aquellos dueños que necesiten ocasionalmente una autonomía mayor, Mazda ofrece sin costo adicional un vehículo con motor convencional por 10 días al año.
La Mazda MX-30 está basada en la arquitectura Skyactiv de Mazda, que también sustenta al Mazda3 y a la crossover CX-30, cuyo parentesco con la MX-30 es inocultable. La MX-30 no solo está visualmente relacionada a la CX-30, sino que ambas crossovers tienen la misma distancia entre ejes de 104.4 pulgadas (2.652 m) y comparten sus longitudes. Sin embargo, con 61.5 pulgadas de altura (1.562 m) la MX-30 es un poquito más baja.
A pesar de su identidad visual, la Mazda MX-30 es fácil de distinguir de la CX-30 gracias a un par de puertas traseras con bisagras posteriores a las que el fabricante nipón se refiere como freestyle doors, que ya había usado en el lado del conductor del RX-8 y que se mantienen el Hyundai Veloster y en el antiguo BMW i3, entre otros vehículos.
La Mazda MX-30 está motorizada por un único motor eléctrico que genera 143 caballos de fuerza, impulsa las ruedas delanteras de cero y que puede acelerar a la crossover de 0 a 60 mph en aproximadamente 9 segundos. El motor está alimentado por una batería liviana de 35.5 kWh.
El gran problema de la Mazda MX-30 es su precio base de $34,645 dólares, al que si bien se le pueden restar los $7,500 dólares de crédito fiscal federal y los $2,500 del crédito fiscal de California, competidores como el Nissan Leaf alcanzan 50 por ciento más de millas en su configuración básica por $28,375 dólares, y 126 por ciento más de autonomía en su configuración de batería extendida Nissan Leaf Plus (precio inicial de $32,400 dólares).