Pocos emblemas modernos son tan reconocibles como el de Mercedes-Benz. Y con razón. Tú puedes rastrear los orígenes de Mercedes-Benz y, prácticamente, coincidirá con el nacimiento del automóvil moderno. Desde entonces, ha creado prácticamente todo tipo de modelos imaginables: desde sedanes de lujo a humildes taxis; desde camiones de carga hasta autos de carrera de la Fórmula Uno, Mercedes lo ha hecho todo. Y para muestra, el siguiente artículo con (algunos de) los mejores Mercedes-Benz de todos los tiempos.
Benz Patent Motorwagen
Aunque técnicamente es anterior a la creación de la marca Mercedes-Benz, el Benz Patent Motorwagen es la génesis de Mercedes y —de paso— del automóvil moderno en general. En 1888, Bertha Benz, esposa del creador del automóvil, Carl Benz, lo manejó desde Mannheim a Pforzheim, Alemania. El viaje demostró que los automóviles de combustión interna podían ser prácticos. Y como se suele decir en estos casos: el resto, es historia.
SSK
El SSK salió a las calles a fines de la década de 1920 y comienzos de la década de 1930, ayudando a apuntalar la reputación de Mercedes como fabricante de autos de alto rendimiento. El carro fue una evolución del Mercedes-Benz S (por «Sport»), con una distancia corta entre ejes destinada a hacerlo más competitivo en las subidas de montaña. El SSK ganó muchos premios en esto último, entre ellas, la famosa competición italiana Mille Miglia. Estos autos originales siempre fueron piezas de colección extremadamente raras (y caras), lo que provocó que numerosas compañías hicieran réplicas del SSK. La imitación es la más sincera forma de adulación, como dicen por allí.
300 SLR
Las iniciales «SLR» significan «Sport Leicht Rennen» o «Sport Light Racing» en inglés, y eso engloba a este auto de carreras de gran impacto. El SLR salió en 1955, cuando Mercedes aún se encontraba en pleno proceso de “reconstrucción” después de la Segunda Guerra Mundial. La leyenda del pilotaje británico, Stirling Moss, lo llevó a la victoria en la famosa carrera italiana Mille Miglia, pero la vida del SLR fue corta. En las 24 Horas de Le Mans de ese año, el SLR de Pierre Levegh se estrelló contra la tribuna, matando a Levegh y a docenas de espectadores, en la que es la catástrofe más letal en la historia de los deportes de motor.
300 SL «Gullwing»
El 300 SL es el automóvil que desarrolló Mercedes después de la Segunda Guerra Mundial, y hoy es posiblemente el vehículo más icónico del fabricante. Su potente motor de seis en línea y un historial de carreras envidiable lo ayudaron, pero lo que consolidó su estatus icónico fueron las puertas «Gullwing» con bisagras en el techo. No fue un truco de adorno, no: era un diseño necesario, ya que el chasis del bastidor del SL no dejaba suficiente espacio para las puertas convencionales, y se convirtieron en el elemento distintivo del automóvil.
600
Lanzado en 1963, el 600 fue el intento de Mercedes por enfrentarse a fabricantes como Rolls-Royce y Cadillac, todo ello con un automóvil más asequible. Al igual que el Clase S de hoy en día, los 600 enfatizaron el lujo y los artilugios por sobre el costo y la confiabilidad. Por ejemplo, donde otros fabricantes de automóviles usaban componentes electrónicos para operar cosas como las ventanas eléctricas, el 600 usaba sistemas hidráulicos. Sin embargo, a día de hoy, el 600 es probablemente mejor conocido por haber sido el carro preferido de innumerables dictadores, dándole un legado un tanto controvertido.
300 SEL 6.3
Para crear este sedán deportivo y clásico de culto, Mercedes aplicó la fórmula estadounidense de los muscle car, utilizando el motor más grande que encontró para aumentar su rendimiento. Después de ser objeto de burlas por (supuestamente) haber hecho un auto “aburrido”, el ingeniero Erich Waxenberger puso el V8 de 6.3 litros del 600 en el cuerpo del SEL más pequeño. El resultado fue el sedán más rápido de su tiempo y —de paso— el prototipo de la línea actual de modelos de rendimiento AMG de Mercedes.
G-Class
También conocido como Gelandewagen (o G-Wagen, para abreviar), el Clase G es una verdadera rareza automovilística. Originalmente desarrollado como un vehículo militar, se convirtió en el SUV favorito de los ricos aventureros… así como del Papa. El diseño original se mantuvo en producción durante 38 años, y fue muy apreciado por su sensación de “vieja escuela” y su capacidad todoterreno. Mercedes embelleció el G-Wagen con todo, desde versiones de rendimiento AMG, a un convertible «Landaulet«, pasando incluso por una versión de seis ruedas. El Clase G rediseñado que llega a las salas de exposición para el año modelo 2019 tiene la vara bastante alta, en realidad.
190E 2.3-16 / 2.5-16 Cosworth
Esta versión de rendimiento del sedán compacto 190E de Mercedes ciertamente gana el premio por el nombre más difícil de pronunciar y recordar. Esos números se refieren al motor de cuatro cilindros de 2.3 litros (más tarde actualizado a 2.5 litros) y 16 válvulas, desarrollado con la ayuda de la firma de carreras Cosworth. Concebido para enfrentarse al BMW M3, el 190E 2.3-16 obtuvo un impresionante recuento de victorias en las carreras de turismos alemanas.
SLS AMG
El automóvil deportivo SLS fue el primer vehículo construido desde cero por la división de rendimiento AMG de Mercedes. El coupé presentaba puertas Gullwing como un homenaje a la 300SL de los años 50, pero Mercedes también ofreció un modelo convertible para compradores que buscaban algo menos ostentoso. Un potente V8 de 6.2 litros le dio al SLS un carácter musculoso de la vieja escuela. Mercedes creó también una versión eléctrica… ¡con 751 caballos de fuerza bajo la chapa!
AMG GT
El AMG GT fue el sucesor del SLS AMG, y en muchos sentidos, es un automóvil más adulto. Mercedes eliminó las puertas de Gullwing, redujo el tamaño del carro y le puso un V8 biturbo de 4.0 litros, mucho más eficiente en consumo de combustible. El resultado es uno de los autos deportivos más completos que actualmente están a la venta, el cual ofrece un rendimiento emocionante y un impresionante desempeño en las carreteras.
*Actualizado el 5 de junio de 2019.