El fabricante comenzó el pasado año actualizando el Aventador, su modelo estrella, y lo finalizó con la presentación del tan esperado Urus, su primer SUV en más de 30 años. Ambos modelos están a la venta en este momento; son el presente y el futuro inmediato de Lamborghini. Pero, ¿qué colgarán ahora los adolescentes en las paredes de sus habitaciones? Una posibilidad bastante real es que sea el Terzo Millennio (en italiano, Tercer Milenio), un concept car salvajemente futurista presentado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) el pasado mes de noviembre.
Digital Trends conversó con Mitja Borkert, Director del Departamento de diseño de Lamborghini, para saber cómo este Terzo Millennio eléctrico y “autocurativo” marcará la pauta de los superdeportivos del futuro. Alerta de spoiler: todo esto es más realista de lo que parece.
Digital Trends: Lamborghini dio a conocer el concepto de Terzo Millennio a fines del año pasado. Fue el modelo más futurista que has presentado hasta la fecha. ¿Estuviste involucrado en el proyecto?
Mitja Borkert: Bastante, sí. Fue uno de los sueños que se me hizo realidad. El Terzo Millennio fue un gran momento para mí como diseñador en jefe. Fue el primer proyecto de Lamborghini en el que trabajé al 100 por ciento, y fue absolutamente genial e inesperado. Es, por supuesto, un muy buen automóvil.
El Terzo Millennio lo es todo. Me encantó además presentar este modelo en Boston, [precisamente] en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y no en una exhibición de carros. Era un tipo de ambiente más particular, especialmente para una marca joven. Presentarlo frente a los estudiantes, en un aula, salir a la calle y luego mostrar el automóvil… fue genial.
¿Cuál es tu parte favorita de todo esto?
Creo que para mí hay tres cosas. Lo primero es la proporción. Yo creo en los superdeportivos. Y creo que, incluso si necesitan ser eléctricos, tenemos que hacer espacio para poner algunas baterías. Estoy presionando [a favor] por los autos bajos. Hoy, todo el mundo está colocando la batería debajo del controlador. Eso, en teoría y en el futuro, no hará posible fabricar autos superbajos.
Como diseñador, solo estoy postulando que ésta es una forma de hacer las cosas, y está bien. Pero antes: ¿qué queremos tener en 10 o 15 años? Dependiendo de lo que esté sucediendo en los diferentes mercados globales, si la electrificación se vuelve obligatoria, entonces necesitaremos encontrar otras soluciones para mantener estos sueños vivos.La segunda característica que me gusta son las ruedas. Ellas encarnan la idea de usar cuatro motores eléctricos [uno en cada una de ellas]. Y una característica muy importante es el uso estratégico del upsilon. La forma de «y». Eso es algo que quiero seguir haciendo en el futuro del diseño de Lamborghini. Hemos usado esta forma de «y» en el Urus, y en el frente y en la parte posterior del Centenario. Realmente quiero remarcar lo que somos: esto es Lamborghini. Es también lo que queríamos hacer con el Terzo Millennio: una fuerte declaración de intenciones.
Si nos transportáramos al Salón del Automóvil de Detroit de 2040, ¿habrá uno de estos en el Cobo Center?
En mi opinión, sería posible. El objetivo de este automóvil, en primer lugar, era hacer una declaración de principios. En segundo lugar, estaba claro que no queríamos diseñar algo que se pueda comprar ahora mismo y manejar por la calle, como un Huracán. El objetivo es que sea como una demostración que puedes usar en una pista cerrada, todo para disfrutar de la potencia y las diferentes emociones que te puede ofrecer un carro. Entonces, en este sentido, lo diseñamos para ser un vehículo mucho más radical, sin ningún tipo de compromiso.
Pero, entonces, ¿es factible?
Sí, yo pienso que sí. Dependiendo del precio… [A día de hoy] Sería bastante complicado, pero quiero decir que, en términos de producción limitada, sí sería posible. Lamborghini puede hacer que todo sea posible. Pero no lo fabricaremos tal como está, porque todos ya lo han visto. Recuerda cuál es nuestro lema: «Espera lo inesperado». No podemos usar el concepto como la base de un vehículo de producción. Tenemos que desarrollar nuevas ideas e inventar nuevas formas. Es la parte más divertida y desafiante de nuestro trabajo.