Mientras las compañías automotrices se esfuerzan por mejorar la inteligencia de sus vehículos para el futuro, investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, en Israel, han puesto a prueba los reflejos y las capacidades de los vehículos autónomos actuales, logrando engañar incluso a un Model X de Tesla.
Por medio de hardware sencillo y proyecciones de imágenes de cosas como personas y otros autos, se logró hacer que un vehículo autónomo frenara y tomara acciones evasivas. Una proyección en 2D de la figura de un hombre que claramente – para el ojo humano – no se trataba de una persona real, fue lo único que hizo falta para convencer al piloto automático del Tesla de que realmente había alguien parado en el camino y que tomara las medidas necesarias para evitar atropellarlo.
Incluso se logró alterar la percepción de los límites de velocidad del sistema proyectando brevemente un letrero falso sobre un muro.
Los investigadores lograron hacer que el auto frenara, desviara su trayectoria y alterara su velocidad, todo con imágenes emitidas por un miniproyector desde un dron. Además, no es necesario que las imágenes estén ahí mucho tiempo para ser detectadas; en el caso del límite de velocidad falso, la proyección duró apenas una fracción de segundo. Mientras que para un humano sería difícil incluso verla, el piloto automático la detecta, reacciona y “corrige” de inmediato.
Aunque todo el asunto suena bastante ominoso, no hay que olvidar que la tecnología no es estática y cada versión es más efectiva que la anterior. Los investigadores, como parte de su estudio, lograron “entrenar” a un auto para supiera distinguir entre un objeto real y una imagen fantasma. Los hallazgos fueron compartidos con Tesla y los demás fabricantes de sistemas con pilotos automáticos que fueron puestos a prueba, para ayudar a que las próximas generaciones de vehículos autónomos puedan funcionar con mayor eficacia ante todo tipo de situaciones y ser menos fáciles de engañar.