Un escándalo de marca mayúscula es la que se destapó en la Fórmula E, la carrera más importante del mundo en coches eléctricos, ya que el equipo DS Penske ha sido multado con 25.000 euros por robar información de la competencia, con un escáner de RFID instalado de forma encubierta en la entrada del pit lane.
Según ha reportado la FIA, dicho dispositivo es capaz de recopilar datos de otros coches de carrera. De esta forma, DS Penske obtenía una ventaja injusta durante la competición de la Fórmula E, aseguran en su comunicado. Además de la penalización monetaria, los pilotos Stoffel Vandoorne y Jean-Éric Vergne también se enfrentarán a sanciones. A partir de ahora, deberán esperar al final del pit lane al momento de unirse a las carreras, algo que podría afectar al rendimiento del equipo.
La competición ha cambiado al fabricante de neumáticos, pasando de Michelin a Hankook iON. Según el sitio web Motorsport.com, esta alteración habría sido la razón por la que DS Penske habría instalado el dispositivo, para así obtener una visión general de la parrilla de competidores, buscando una ventaja a toda costa.
Jean-Éric Vergne ha decidido declarar en contra de las penalizaciones impuestas por la FIA a su equipo. Según comenta, el decir que DS Penske estaba espiando a sus rivales es una «acusación falsa», y que se trata de una decisión «completamente equivocada».
«Con el sistema simplemente leemos el número de serie de los neumáticos para saber cuáles están utilizando los demás. Algo que cualquier equipo puede hacer (y seguramente hace) tomando fotos»