La compañía suiza Destinus desarrolla Jungfrau, un innovador avión hipersónico autónomo que sería capaz de alcanzar velocidades Mach 15 mediante su motor de hidrógeno que no genera emisiones durante los vuelos.
De acuerdo con la empresa, este vehículo será un híbrido entre un avión y un cohete, y podrá despegar y aterrizar de forma horizontal desde aeropuertos tradicionales.
Además, su motor a reacción alimentado por hidrógeno líquido solo emitirá agua, lo que lo convierte en una buena alternativa sustentable para el sector del transporte aéreo.
La idea de sus creadores es que Jungfrau pueda alcanzar una velocidad Mach 15 a 60 kilómetros de altura. Gracias a esto el avión podrá transportar carga entre continentes en menos de dos horas.
“Este año tenemos previsto iniciar las pruebas en tierra y en vuelo de los motores ATR (turborreactores de aire) con hidrógeno como combustible, que desarrollamos nosotros”, explica Mikhail Kokorich, consejero delegado de la compañía.
“Al igual que un turborreactor, el motor ATR es un motor a reacción de respiración aérea. Por sus parámetros, es un motor adecuado tanto para las fases de vuelo subsónico como supersónico de nuestro ‘hiperavión’”, agrega.
Si consiguen que funcione, el primer uso que se le dará al prototipo será llevar mercancías de emergencia a cualquier lugar del mundo gracias a su capacidad de carga útil de cerca de una tonelada.
El siguiente objetivo para Destinus será utilizar esta misma tecnología para construir hiperaviones de pasajeros que puedan transportar de decenas a cientos de personas de Europa a Australia en apenas 90 minutos.