Un equipo de astrónomos utilizó el telescopio espacial Spitzer de la NASA para observar durante un año el exoplaneta XO-3b, lo que equivale a tres días terrestres.
De acuerdo con los científicos, este astro tiene las estaciones más extremas de todo el universo.
XO-3b es un planeta extrasolar con una masa 13 veces mayor que la de Júpiter. Durante los tres días de observación (representa el fin de su ciclo orbital), el exoplaneta experimenta dos estaciones cronológicas.
La primera es un verano que dura un día y la segunda un invierno que se extiende durante dos jornadas hasta que finaliza la revolución de su órbita.
Este proceso es mucho más convulsionado si se compara con el de la Tierra y ocasiona eventos extremos en su superficie.
“Estas no son las mismas estaciones que experimentamos en Tierra. Vimos variaciones de temperatura estacionales cientos de veces más fuertes que las que experimentamos”, explica Lisa Dang, investigadora en astrofísica de la Universidad McGill en Canadá.
Mientras las estaciones terrícolas están originadas por la inclinación del eje de nuestro planeta, las de XO-3b están determinadas por la órbita ovalada del planeta alrededor de su estrella, que termina por afectar con fuerza la cantidad de radiación recibida.
Esto ocasiona la aparición de interacciones gravitatorias extremas durante los periodos estacionales, lo que hace que las estaciones sean mucho más agresivas respecto a su temperatura.
“Encontrar un gran planeta orbitando tan cerca de su estrella en una elipse es inusual. La forma ovalada que vemos aquí en este planeta de periodo muy corto sugiere que lo estamos atrapando en medio de la migración”, agrega Dang
Otro aspecto que destacaron los investigadores fue que el telescopio Spitzer (especializado en la detección de luz infrarroja) observó en este exoplaneta firmas infrarrojas muy fuertes, por lo que se trata de un cuerpo celeste mucho más caliente de lo que los científicos esperaban.
“Este calentamiento extra que vimos con Spitzer no es estacional, se ve durante todo el año. Nuestra investigación de este Júpiter caliente descubre que se calienta no solo por la estrella planetaria cercana, sino también desde el interior del planeta”, menciona la investigadora.