Hong Kong quiere sacrificar a cerca de 2,000 hámsters luego de que las autoridades sanitarias de aquel territorio encontraran indicios de un posible contagio de COVID-19 a partir de estos roedores.
Se trata de un grupo de hámsters que fue importado de Países Bajos, según lo señalado por el periódico South China Morning Post.
Debido a este hallazgo, las autoridades ordenaron a las tiendas de mascotas y a los propietarios que compraron estos animales después del 22 de diciembre entregarlos para que sean sacrificados.
Al mismo tiempo, se ha suspendido la llegada de animales pequeños desde el extranjero.
Primer caso
El primer caso sospechoso fue detectado en una trabajadora de una tienda de mascotas de Causeway Bay y se trataría del primer reporte de transmisión de animal a humano (zoonosis) registrado en Hong Kong.
También, esta es la primera vez en tres meses que los expertos médicos no pueden rastrear el origen de la infección.
Si bien todavía se investiga cuál habría sido la ruta de transmisión, se sabe que al menos 11 de los hámsters que se vendían en la tienda dieron positivo en los testeos de COVID-19.
De acuerdo con el medio de comunicación, las pruebas que se han recopilado hasta ahora sugieren que los roedores fueron el vector de transmisión.
Además, según las autoridades sanitarias, el mismo genoma del virus hallado en la paciente de la tienda coincide con el de estos animales y con el que circula en Europa y Pakistán.
Este reporte ha causado preocupación en todo el territorio: “El riesgo en el caso de esta tienda de mascotas es que implica a animales y que tiene más de 10 establecimientos por todo Hong Kong”, explicó Carrie Lam, jefa del gobierno local.