Las nuevas unidades de los modelos compactos de Tesla, el sedán Model 3 y el SUV Model Y, tendrán un cambio invisible pero significativo, ya que no contarán con sensores de radar orientados hacia adelante. Estos, un conjunto de ocho cámaras y 12 sensores ultrasónicos hasta ahora habían sido el hardware del sistema Autopilot de conducción autónoma que lo conectaban al mundo exterior.
En un inicio, el cambio solo afectará a los modelos compactos, que son los que Tesla vende en mayor volumen. Los modelos full size Model S y Model X eventualmente también dejarán de ser producidos con radares.
Durante el desarrollo de Autopilot, la compañía, o lo que es lo mismo su presidente y CEO Elon Musk, expresó públicamente en más de una ocasión su deseo utilizar únicamente cámaras como “los ojos” de Autopilot.
Sin embargo, y a pesar de que Tesla no ha terminado de desarrollar el software necesario para que Autopilot dependa únicamente de las cámaras, la compañía siente que es momento de deshacerse de los radares. La consecuencia de eliminarlos sin que el software esté listo es que los nuevos Model 3 y Model Y serán distribuidos con versiones disminuidas o canceladas de algunas de sus capacidades de conducción semiautónoma más populares.
Por ejemplo, Autosteer, la función de Autopilot que mantiene al vehículo centrado en su carril, solo funcionará en velocidades de hasta 75 mph (120 km/h). También Smart Summon, que permite que el vehículo llegue hasta su dueño en estacionamientos atestados, así como el asistente de mantenimiento de carril, estarán desactivadas.
Tesla promete restaurar estas funciones mediante actualizaciones por aire del software de Autopilot tan pronto como estén listas, algo que según ocurrirá en cuestión de semanas.
Tesla necesita datos de manejo real que solo los conductores de sus vehículos le pueden dar, de esta manera podrá perfeccionar el software “visual” de Autopilot, al que la compañía bautizó como Tesla Vision. El fabricante dijo en un comunicado que la transición inicial del Model 3 y la Model Y a Tesla Vision “nos permite analizar un gran volumen de datos del mundo real en un corto periodo de tiempo, lo que finalmente acelerará la implementación de funciones basadas en Tesla Vision».
Con la eliminación de los radares de los Model 3 y Model Y, Tesla deja a un lado la redundancia en un campo tan delicado como el de la conducción autónoma. En teoría, el hardware redundante le permitiría a un sensor alimentar información a Autopilot que otro haya podido dejar pasar por fallas técnicas, o por cualquier otro motivo.
“Un sistema basado solo en visión es, en última instancia, todo lo que se necesita para una autonomía total”, dijo la compañía en un comunicado emitido en abril. Añadió que “nuestra arquitectura de software basada en inteligencia artificial ha dependido cada vez más de las cámaras, hasta el punto en que el radar se volvió innecesario antes de lo esperado”.