Los médicos y la comunidad científica en general han reiterado en varias ocasiones que aún se conoce muy poco sobre el coronavirus que ha provocado una grave crisis sanitaria en el mundo.
Parte de este desconocimiento pasa, principalmente, por la gran cantidad de secuelas asociadas al coronavirus, las que parecen aumentar cada día.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Manchester agrega una nueva posible secuela.
El trabajo, publicado en el International Journal of Audiology, afirma que el COVID-19 podría estar asociado fuertemente con la pérdida de audición.
¿Cómo lo descubrieron?
Luego de una exhaustiva revisión de 24 estudios sobre la pandemia, el equipo de investigadores indicó que la prevalencia de hipoacusia (sordera) fue de 7.6 por ciento, tinnitus (zumbido de oídos), de 14.8 puntos porcentuales, y vértigo, de 7.2.
Para el trabajo, los profesionales utilizaron principalmente cuestionarios autoinformados y registros médicos sobre síntomas relacionados con el COVID-19.
Los autores del estudio ahora pretenden indagar cuánto tiempo podría durar esta pérdida de audición y si puede llegar a ser permanente en algunos casos.
“Sabemos que hay informes de que el tinnitus y la pérdida de audición mejoran con el tiempo en algunos individuos, pero todavía no tenemos datos para decir qué porcentaje es temporal y qué porcentaje es permanente”, explica a Inverse Kevin Munro, profesor de la Universidad de Manchester.
En enero, una investigación publicada en The Lancet señaló que a seis meses de haberse recuperado de la enfermedad, 76 por ciento de las personas reconoció haber sufrido una secuela relacionada con el coronavirus.