La vacuna de Oxford/AstraZeneca contra el COVID-19 ofrece una eficacia menor a la informada en un inicio, según los datos actualizados de su ensayo fase 3 en Estados Unidos.
El laboratorio británico había informado una eficacia de 79 por ciento para prevenir la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2, pero agencias públicas estadounidenses cuestionaron la vigencia de esta información.
Con los datos corregidos, la vacuna brinda una eficacia de 76 por ciento en la protección de casos sintomáticos del COVID-19. De cualquier manera, la efectividad contra enfermedades graves y hospitalizaciones se mantuvo en 100 por ciento.
El rendimiento en pacientes de 65 años o más subió de 80 a 85 por ciento con los datos actualizados. Además, el nuevo reporte sumó 50 casos sintomáticos adicionales a los 140 dados a conocer en el informe original, sobre un total de 32,000 participantes.
Según AstraZeneca, la vacuna fue “bien tolerada” entre los participantes y no se identificaron problemas de seguridad.
Estos inconvenientes se habían sumado a una serie de reportes en Europa sobre un eventual vínculo del antídoto de AstraZeneca con casos de coágulos de sangre, lo que llevó a una decena de países a suspender su aplicación de manera temporal.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han defendido los beneficios de la vacuna, también han reconocido que se requiere más investigación para descartar cualquier relación.
Advertencia poco habitual
El 23 de marzo, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) emitió una inusual advertencia pública sobre la validez de los datos publicados por AstraZeneca.
El NIAID había dado a conocer que la Junta de Monitoreo de Datos y Seguridad (DSMB) le había informado que el laboratorio británico podría haber compartido información desactualizada en la entrega de los resultados.
“El DSMB expresó su preocupación de que AstraZeneca pudiera haber incluido información desactualizada de ese ensayo, que puede haber proporcionado una vista incompleta de los datos de eficacia”, dijo en una declaración pública.
Además del NIAID y el propio laboratorio, la notificación también fue enviada a la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de Estados Unidos (BARDA), entidad que financió la investigación de AstraZeneca.
“Instamos a la empresa a trabajar con el DSMB para revisar los datos de eficacia y garantizar que los más precisos y actualizados se hagan públicos lo antes posible”, había dicho el NAID.
El NIAID aclaró que la autorización y las pautas para el uso de la vacuna en Estados Unidos serán determinadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) “después de una revisión exhaustiva de los datos por comités asesores independientes”.
Fauci da señal de tranquilidad
Para calmar las aguas, Anthony Fauci, asesor para la pandemia del presidente Joe Biden y director del NIAID, dijo el martes 23 que era probable que la vacuna de AstraZeneca/Oxford sea “muy buena”, aunque los datos presentados no sean “del todo precisos”.
“Esta es probablemente una vacuna muy buena […] Si lo miras, los datos son bastante buenos, pero cuando los incluyeron en el comunicado de prensa, no eran del todo precisos”, dijo Anthony Fauci, considerado el epidemiólogo principal de Estados Unidos.
Fauci explicó que la Junta de Monitoreo expresó su preocupación sobre cómo la compañía presentó datos que “estaban algo desactualizados y de hecho podrían ser un poco engañosos”. De cualquier manera, reconoció que el incidente fue un hecho “desafortunado” y “un error no forzado” que podría alentar las dudas sobre las vacunas.
* Actualizada con nuevo reporte de eficacia.