El laboratorio británico AstraZeneca realizará ensayos clínicos a finales de 2020 para probar una combinación de su vacuna experimental contra la COVID-19 y del antídoto ruso Sputnik V.
El objetivo es aumentar la eficacia de la vacuna de la farmacéutica británica, según el Fondo Soberano de Rusia (RDIF), que financia el desarrollo de Sputnik V.
«La decisión de AstraZeneca de llevar a cabo ensayos clínicos utilizando uno de los dos vectores de Sputnik V para aumentar la eficacia de su propia vacuna es un paso importante para unir esfuerzos en la lucha contra la pandemia», dijo el director del RDIF, Kirill Dmitriev.
El antídoto de AstraZeneca, desarrollado en conjunto con la Universidad de Oxford, alcanzó una eficacia de 90 por ciento cuando fue aplicado con una media dosis inicial seguida de una completa. Con dos dosis completas, la efectividad se redujo a 62 por ciento.
En tanto, la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto Gamaleya de Rusia, obtuvo una efectividad de 92 por ciento, según las autoridades rusas.
AstraZeneca confirmó la colaboración con Gamaleya, aunque se limitó a señalar que consideraban cómo podrían evaluar combinaciones de diferentes vacunas basadas en el virus del resfriado común.
El posible acuerdo se produce cuando AstraZeneca se ha visto presionada por desarrollar más pruebas para confirmar la efectividad de su vacuna, luego de que los resultados iniciales fueran objeto de controversias.
Por su parte, el mundo occidental ha visto con recelo el avance rápido de la vacuna Sputnik, debido a que comenzó a ser aplicada sin haber probado su efectividad y seguridad por completo.
Tanto la vacuna de AstraZeneca como la de Gamaleya utilizan un adenovirus desactivado como vehículo para llevar instrucciones genéticas y así generar una respuesta inmune.