Los motores de los automóviles, los paneles solares, los refrigeradores e incluso las propias personas irradian calor. Sin embargo, esta ha sido una fuente de energía desperdiciada, porque no existía una tecnología de bajo costo capaz de capturarla y reutilizarla.
Para resolver este problema, un grupo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong desarrolló un dispositivo de base líquida llamado termocélula que convierte el calor de baja temperatura en electricidad.
El dispositivo, que es económico y escalable, tiene el potencial de transformarse a futuro en una tecnología que permitiría generar energía a partir del calor residual, según consigna un estudio publicado en la revista Science.
El equipo de científicos diseñó un módulo de termocélula uniendo 20 unidades, lo que permitió encender luces LED, utilizar un ventilador y cargar un teléfono móvil.
Según los investigadores, el dispositivo tiene una eficiencia de alrededor del 11 por ciento, el doble la cantidad necesaria para hacerlo comercialmente viable.
Cómo lo lograron
Aunque existen dispositivos termoeléctricos convencionales, estos se basan en semiconductores especiales y su elevado costo ha limitado su uso a naves espaciales y automóviles de lujo. Por ello, el desafío había sido encontrar materiales de bajo costo capaces de transportar energía.
El equipo recurrió a las termocélulas, que usan líquidos en lugar de sólidos y transportan moléculas cargadas (iones) en lugar de electrones.
Sin embargo, hasta ahora habían sido ineficientes por dos motivos: los iones se mueven más lentamente que los electrones, pero además transportan calor.
En el nuevo diseño de termocélula, los investigadores resolvieron este problema, utilizando un líquido especial ferricianuro, que libera la energía solo cuando se calienta.