Un relevante estudio publicado este martes 15 de septiembre en Frontiers in Public Health, señala que el SARS-CoV-2 terminará convirtiéndose en un virus estacional en países con climas templados, una vez que se alcance la inmunidad colectiva.
Hasta que eso ocurra, según la publicación, el causante del COVID-19 continuará circulando a lo largo de las estaciones, lo que reafirma la importancia de intensificar las medidas de prevención como una forma de controlarlo.
El principal autor del estudio, Hassan Zaraket, afirmó que “el COVID-19 llegó para quedarse y continuará causando brotes durante todo el año hasta que se logre la inmunidad colectiva».
«Por lo tanto, tenemos que aprender a convivir con ella y seguir las mejores medidas de prevención, incluido el uso de mascarillas, el distanciamiento físico, la higiene de manos y evitar las reuniones”, indicó el experto de la Universidad Americana de Beirut (El Líbano).
Otro de los autores, Hadi Yassine, de la Universidad de Qatar en Doha, adelantó que podría haber múltiples oleadas de COVID-19 antes de que se logre la inmunidad de rebaño.
Los investigadores también comentaron que factores como la supervivencia del virus en el aire y en las superficies, la susceptibilidad de las personas a las infecciones y los comportamientos humanos difieren a lo largo de las estaciones a causa de las variaciones de temperatura y humedad.
Estos factores influirían en la transmisión de los virus respiratorios en diferentes épocas del año.
Virus novedoso
Los autores también aclararon que es poca la información que se tiene respecto del nuevo coronavirus y aún pueden existir aspectos relevantes que se desconocen.
“Sigue siendo un virus novedoso y, a pesar del rápido crecimiento del cuerpo de la ciencia sobre él, todavía hay cosas que se ignoran. Si nuestras predicciones son ciertas, está por verse en el futuro. Pero creemos que es muy probable, dado lo que sabemos hasta ahora, que el SARS-CoV-2 se convierta eventualmente en un virus estacional, como otros coronavirus”, agregó Zaraket.
Su colega Yassine añadió que “la tasa de infección por COVID-19 más alta del mundo per cápita se registró en los estados del golfo Pérsico, independientemente de la calurosa temporada de verano. Aunque esto se atribuye principalmente a la rápida propagación del virus en comunidades cerradas, afirma la necesidad de adoptar medidas rigurosas de control para limitar la propagación del virus, hasta que se logre la inmunidad colectiva”.