Geólogos británicos identificaron por primera vez un extraño terremoto tipo boomerang en las profundidades del Océano Atlántico, un fenómeno que además proporcionó pistas sobre los devastadores efectos que podría si se registra sobre tierra.
Los terremotos se producen debido al rompimiento de grandes rocas en las denominadas fallas, como se conoce el límite entre dos placas tectónicas. Durante los grandes terremotos, la rotura de rocas puede extenderse por toda la línea de falla.
Sin embargo, un equipo internacional de investigadores ha registrado un terremoto tipo boomerang, cuando la rotura no solo avanza por la línea de la falla, sino que gira y regresa en sentido contrario a velocidades más altas, según los resultados publicados en Nature Geoscience.
Los grandes terremotos (de magnitud 7 o más en la escala Richter) ocurren en tierra y han sido medidos por redes de sismómetros, a menudo desencadenan movimientos a lo largo de complejas redes de fallas, como una serie de fichas de dominó. Esto hace que sea difícil rastrear los mecanismos subyacentes sobre cómo ocurre este ‘deslizamiento sísmico’.
Debajo del océano, muchas fallas tienen formas simples, por lo que brindan la posibilidad de introducirse bajo el capó del ‘motor sísmico’, pero están lejos de las grandes redes de sismómetros en tierra.
Un equipo, dirigido por científicos de la Universidad de Southampton y el Imperial College de Londres, hizo uso de una nueva red de sismómetros submarinos para monitorear la zona de fractura de Romanche, una falla que se extiende 900 kilómetros bajo el Atlántico, cerca de la Línea del Ecuador.
Barrera del sonido sísmico
En 2016, registraron un terremoto de magnitud 7.1 a lo largo de la zona de fractura de Romanche y rastrearon la rotura a lo largo de la falla. Esto reveló que inicialmente la rotura viajó en una dirección, pero a la mitad del terremoto regresó a su punto inicial.
No solo eso, sino que además lo hizo rompiendo la barrera del sonido sísmico, convirtiéndose en un terremoto ultrarrápido.
Solo un puñado de estos terremotos se han registrado a nivel mundial. El equipo cree que la primera fase de la ruptura fue crucial para causar la segunda etapa.
Stephen Hicks, del Departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería del Imperial College de Londres, dijo que si bien a partir de modelos teóricos se ha descubierto que el mecanismo de rotura inverso es posible, este estudio «proporciona algunas de las pruebas más claras de cómo este enigmático mecanismo ocurre en una falla real”.
Aunque la estructura de la falla parece simple, la forma en que creció el terremoto no lo fue. “Esto fue completamente opuesto a cómo esperábamos que se viera el terremoto antes de comenzar a analizar los datos”, añadió.
Según los investigadores, si un terremoto de reversión o bumerán en tierra se registrara en tierra, podría afectar dramáticamente la cantidad de temblores causados por el suelo. Dada la falta de evidencia, el mecanismo no se ha tenido en cuenta en el modelado de escenarios de terremotos y en las evaluaciones de sus peligros.
Los investigadores estiman que el seguimiento detallado de un terremoto de bumerán podría permitir encontrar patrones similares en otros movimientos, agregando nuevos escenarios en el modelado y mejorar los pronósticos del impacto.