El nombre de Dasher proviene del primer Picnic Boat de Hinckley, un yate que debutó en 1994. Con Dasher, la compañía no solo se centra en la propulsión eléctrica, sino que toda la tecnología que se encuentra a bordo, así como la que fue utilizada durante la construcción apoya la implementación de energía verde.
Manteniendo una tradición con raíces en la costa de Maine desde hace 90 años, Hinckley continúa innovando, según el presidente y CEO Peter O’Connell. «Desde el uso temprano de la fibra de vidrio en nuestro barco Bermuda 40 en la década de 1960, hasta la adopción de motores a reacción con jet drivers que definen a Picnic Boat, siempre hemos trabajado para combinar la última tecnología con la arquitectura naval de vanguardia, para hacer lo que aún no ha ha sido hecho», dijo O’Connell.
Dasher logra su construcción superligera con un casco compuesto de carbono-epoxi, barras de carbono, estilo moderno minimalista y hardware de titanio impreso en 3D. Para las cubiertas, Dasher tiene pintado a mano un piso de madera artesanal para un ahorro de peso significativo.
La consola para el capitán tiene una pantalla retráctil, además de una pantalla táctil LED para facilitar la navegación. El diseño de cubierta abierta se presta a varias configuraciones de asientos, incluyendo el transporte de invitados hacia y desde algún gran buque. La línea completa de yates de Hinckley cuenta con dimensiones que permiten un mayor acceso a lugares que otros no pueden alcanzar.
Dos baterías de iones de litio i3 de BMW alimentan el sistema de propulsión llamado Whisper Drive. Las baterías i3 son resistentes a los golpes, impermeables y compactas y se mantienen relativamente frías de una manera eficiente.
Dos motores eléctricos de emisión cero de 80 caballos de fuerza pueden alimentar Dasher a velocidades rápidas de crucero de 18 a 27 nudos, y una velocidad de crucero más eficiente pero más lenta, de 10 nudos. El rango indicado en baterías completamente cargadas es de 40 millas en 10 nudos y 20 a 25 millas en las velocidades más rápidas. Los cables duales de carga de 50 amperios permiten cargar completamente las baterías del barco eléctrico en menos de cuatro horas, según Hinckley.
Puede que este haya sido anunciado como un barco de recreo y diversión, pero no esperes ver uno tirando de esquiadores en el agua. La aceleración requerida para deportes acuáticos y las altas velocidades acabarían rápidamente la energía de la batería.
Hinckley sólo construye yates bajo órdenes. La compañía está aceptando reservas ahora para la entrega del verano de 2018. Si te interesa, puedes visitar su sitio web. Después de todo, soñar no cuesta nada.