El concepto de los vuelos supersónicos comerciales podría estar cerca de materializarse, pues la NASA se encuentra trabajando en un jet experimental denominado X-59 que ya se encuentra listo para la etapa de su ensamblaje final y podría realizar su primer vuelo en algún momento de 2021.
La aeronave, cuyo nombre completo es X-59 Quiet SuperSonic Technology (QueSST), fue diseñada por la firma aeroespacial Lockheed Martin en su fábrica Skunk Works de Palmdale, California, y tuvo un costo de $247.5 millones de dólares.
De acuerdo con un comunicado emitido por la NASA, su principal meta es transformar el escándalo de un boom sónico (también conocido como explosión sónica) a tan solo un pequeño golpe sónico. En otras palabras, al alcanzar la velocidad supersónica, a 940 millas por hora (unos 1,500 kilómetros por hora) y 55,000 pies de altitud, quien se encuentre a bordo del aguzado vehículo podría escuchar un ruido similar al de la puerta de un auto que se cierra y nada más.
La aerodinámica forma alargada del vehículo, presumido por la NASA a través de su cuenta de Twitter, es un diseño en el que Lockheed Martin había estado trabajando desde febrero de 2016 y es la clave para eliminar el escándalo que suele ocurrir al superar la barrera del sonido. Se espera que el silencioso X-59 prepare el camino para una nueva generación de aviones supersónicos que en un futuro realicen vuelos comerciales de pasajeros en una fracción del tiempo actual.
La NASA procederá a realizar pruebas sobrevolando con el X-59 en el espacio aéreo de algunas zonas de Estados Unidos con el fin de examinar la percepción del público y recopilar datos de sensores en tierra para en última instancia poder establecer una nueva regulación para los vuelos supersónicos comerciales, pues actualmente los reglamentos de varios países prohíben en su espacio aéreo los vehículos que produzcan un boom sónico al desplazarse sobre tierra.