Durante mucho tiempo se pensó que la luna estaba geológicamente muerta, sin que ocurrieran procesos dentro de su núcleo. Pero la creciente evidencia en las últimas décadas sugiere que la luna no es estática y, de hecho, aún podría estar tectónicamente activa. Ahora, una nueva investigación de la NASA sugiere que el encogimiento de la luna con el tiempo está causando terremotos lunares y la formación de fallas cerca de su polo sur.
La investigación es parte del interés de la NASA en el polo sur lunar, dada la intención de la agencia de enviar astronautas allí. Los investigadores han modelado la actividad lunar para buscar la fuente de los terremotos lunares vistos durante las misiones Apolo.
«Nuestro modelo sugiere que los terremotos lunares poco profundos capaces de producir fuertes sacudidas de tierra en la región polar sur son posibles a partir de eventos de deslizamiento en fallas existentes o la formación de nuevas fallas de empuje», dijo el investigador principal Tom Watters de la Institución Smithsonian en un comunicado. «La distribución global de las fallas de cabalgamiento jóvenes, su potencial para ser activas y el potencial para formar nuevas fallas de empuje a partir de la contracción global en curso deben tenerse en cuenta al planificar la ubicación y la estabilidad de los puestos de avanzada permanentes en la Luna».
La evidencia de este movimiento también proviene del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), una nave espacial en órbita que toma imágenes de la superficie de la luna con su cámara. Estas imágenes muestran pequeñas fallas jóvenes que forman estructuras en forma de acantilados.
Las fallas se están formando debido a la actividad debajo de la superficie a medida que el interior de la luna se enfría, lo que hace que se encoja en general. La gravedad de la Tierra también contribuye a crear fuerzas de marea que afectan al interior de la luna.
«Para comprender mejor el peligro sísmico que representan las futuras actividades humanas en la Luna, necesitamos nuevos datos sísmicos, no solo en el Polo Sur, sino en todo el mundo», dijo otra investigadora, Renee Weber, del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA. «Misiones como la próxima Farside Seismic Suite ampliarán las mediciones realizadas durante el Apolo y se sumarán a nuestro conocimiento de la sismicidad global».
La investigación se publica en The Planetary Science Journal.