Un verdadero hito se está cumpliendo este mes de diciembre de 2023, ya que arribaron a Chile, al observatorio Paranal de ESO (Observatorio Espacial Europeo), los primeros 18 segmentos del espejo principal del telescopio (M1), para la construcción del Extremely Large Telescope (ELT, telescopio extremadamente grande).
Al no poder fabricarse físicamente de una sola pieza, M1 constará de 798 segmentos individuales dispuestos en un gran patrón hexagonal, con 133 espejos adicionales cuyo objetivo es facilitar el recubrimiento de los segmentos. Con un diámetro de más de 39 metros, será el espejo de telescopio más grande del mundo.
La última etapa del proceso de producción de los segmentos M1 (el pulido), fue llevada a cabo por el líder mundial en la fabricación de sistemas ópticos, Safran Reosc, ubicado cerca de Poitiers (en la zona central de Francia), en un edificio completamente renovado para trabajar en esta delicada tarea.
Aunque hasta ahora solo se han enviado 18 segmentos, Safran Reosc pronto entregará a ESO muchos más. El 1 de noviembre de 2023, el segmento número 100 salió de la línea de producción y entró en la fase de inspección exhaustiva que tiene lugar antes de la entrega final. Además, Safran Reosc ha logrado una tasa de producción de más de cuatro segmentos por semana y el objetivo es llegar en breve a cinco por semana, un logro notable para la producción en serie de ópticas que exigen una precisión increíblemente alta.
La construcción del ELT de ESO ha requerido la estrecha participación de múltiples empresas de Europa y Chile con los equipos de ESO, lo que pone de relieve que el telescopio es un verdadero esfuerzo internacional. Los segmentos de los espejos fueron fundidos por la empresa alemana SCHOTT en sus instalaciones de Maguncia (Alemania), antes de ser entregados a Safran Reosc (Francia) para su pulido. Otras empresas involucradas en el trabajo de los ensamblajes de segmentos incluyen: la empresa holandesa VDL ETG Projects BV, que produjo los delicados soportes de los segmentos; el consorcio germano-francés FAMES, que desarrolló y fabricó los 4500 sensores de precisión nanométrica que monitorean la posición relativa de cada segmento; y la empresa alemana Physik Instrumente, que diseñó y fabricó los 2500 actuadores capaces de posicionar cada segmento con precisión nanométrica. La delicada tarea de transportar los segmentos fue asignada a la empresa danesa DSV.
Tras salir de Francia la semana pasada, los 18 segmentos de los espejo pulidos viajarán más de 10.000 km hasta el lugar de construcción del ELT, en el desierto chileno de Atacama. A partir de ahí, el ELT de ESO abordará los mayores desafíos astronómicos de nuestro tiempo y hará descubrimientos aún inimaginables una vez que comience a operar a finales de esta década.