Cuando todavía no nos hemos repuesto de escándalos del calibre de Cambridge Analytica que han afectado a Facebook, parece que Twitter tampoco se libra. A menor escala, la red social se ha visto envuelta en una controvertida fuga de datos.
Ha sido la propia firma la que ha reconocido en su blog que los números de teléfono que se aportan como parte de la verificación de dos factores (2FA) que incrementa la seguridad en las cuentas, habrían sido entregados a una plataforma para la venta de publicidad en la red.
Según informa la red social, la dirección de correo electrónico y el número de teléfono que el usuario registra como parte del 2FA fueron compartidos “de forma inadvertida” con Tailored Audiences y Partner Audiences, las plataformas que permiten la publicación de anuncios en Twitter.
Ambas minan los datos de los usuarios para ofrecerlos a terceros anunciantes. “Al subir los anunciantes su listado de marketing, lo habríamos cotejado con el nuestro, empleando además el email y el número de teléfono”, explican. “Se trata de un error y pedimos disculpas”, agregaron.
Lo peor del asunto no es solo la gravedad en sí de este descuido, sino que desde Twitter se desconoce el impacto real y el número de usuarios afectados.
Desde la plataforma se sostiene que “ni un dato personal fue compartido con nuestros asociados ni terceros” y que, desde el pasado 17 de septiembre, se han tomado cartas en el asunto para solucionarlo.
Pero tampoco aportan ningún consejo ni medida a adoptar a los usuarios, ya que no se trata de un agujero de seguridad en sí mismo, sino de una vulneración de la privacidad.
¿En qué consiste exactamente la verificación en dos factores (2FA) y por qué es importante? Se trata de una capa adicional de seguridad que todos los expertos recomiendan activar y permite que el usuario valide un acceso a una cuenta mediante un tercer elemento como puede ser el teléfono (por lo general, mediante token o SMS) o el mismo correo electrónico.