Los primeros casos del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (PIMS o MIS-C) se conocieron a mediados de 2020: niños que habían contraído COVID-19 y sufrían una secuela que provocaba una inflamación de múltiples órganos.
Un año después de que se reportaran los primeros casos de PIMS a nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la ha incluido como una de las secuelas de la enfermedad respiratoria provocada por el virus SARS-CoV-2.
No hay cifras globales sobre este síndrome. En España se han detectado solo cerca de 90 casos de MIS-C desde que estalló la pandemia, mientras que en Chile se han reconocido 179 casos, tres de ellos mortales, el último registrado a finales de marzo de 2021.
Un estudio del Imperial College de Londres había estimado que el síndrome podría afectar a dos de cada 100,000 jóvenes menores de 21 años que enfermaron de COVID-19. Aunque se trata de una baja proporción, la afección sigue siendo un misterio.
Qué es el PIMS o MIS-C
En mayo de 2020, la OMS publicó su primer y único informe sobre el MIS-C. Explicó que se trataba de un cuadro inflamatorio multisistémico, de características similares a la enfermedad de Kawasaki y al síndrome de choque tóxico.
“Las hipótesis iniciales, basadas en los resultados de pruebas iniciales realizadas en el laboratorio, apuntan a que este síndrome puede estar relacionado con el COVID-19. Los niños han sido tratados con antiinflamatorios, incluidos corticoides e inmunoglobulinas por vía parenteral”, escribía la OMS.
Sin embargo, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Clínica Mayo cuentan con algunas pautas de información más detallada para describir este fenómeno.
Según los CDC, los niños que desarrollan MIS-C presentan una inflamación grave de órganos y tejidos, como el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el sistema digestivo, el cerebro, la piel o los ojos.
“El MIS-C puede ser grave, incluso mortal, pero la mayoría de los niños a quienes se les diagnosticó esta afección han mejorado con atención médica”, precisa la entidad.
Síntomas del MIS-C o PIMS
Se estima que el PIMS se puede desarrollar entre cuatro a seis semanas después del contagio con COVID-19.
Aunque los signos y síntomas dependen de las áreas del cuerpo que se ven afectadas, la entidad sugiere estar atentos a los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Dolor abdominal
- Vómitos
- Diarrea
- Dolores de cuello
- Sarpullido
- Ojos inyectados de sangre
- Agotamiento intenso
Además, recomienda buscar atención médica de emergencia inmediata cuando los hijos presenten algunos de estas señales:
- Dificultad para respirar
- Dolor o presión en el pecho que no desaparece
- Confusión
- Incapacidad de despertarse o permanecer despierto
- Piel, labios o lechos de uñas pálidos, grises o azulados, según el tono de la piel
- Fuerte dolor abdominal
Cuál es su relación con el COVID-19
El MIS-C se considera un síndrome, un grupo de signos y síntomas y no una enfermedad, porque todavía se desconoce cuáles es su causa y los factores de riesgo asociados.
Los CDC reconocen que “aún no sabemos qué causa el MIS-C”, están conscientes que “muchos niños con MIS-C tuvieron el virus que provoca el COVID-19 o han estado cerca de alguien con COVID-19”.
“Los CDC aún están aprendiendo acerca del MIS-C y cómo afecta a los niños, así que no sabemos por qué algunos niños se han enfermado con MIS-C y otros no. Tampoco sabemos si los niños con ciertas afecciones son más propensos a contraer el MIS-C”, puntualizan.