Millones de mosquitos genéticamente modificados serán liberados en el estado de California. El objetivo es combatir enfermedades peligrosas, como la fiebre amarilla, el chikungunya y el dengue.
Los insectos son parte de un experimento aprobado por el gobierno federal de Estados Unidos y desarrollado por la empresa británica de biotecnología Oxitec. Se espera que se apareen con la actual población del mosquito Aedes aegypti, que también transmite la fiebre de zika y el virus mayaro.
Gracias a la adición de un ADN sintético con agujas microscópicas en los huevos de este naciente “ejército”, las crías hembras de la próxima camada morirán antes de procrear. A juicio de la firma, sería una operación “precisa, ambientalmente sostenible y no tóxica”.
Sin embargo, hay voces críticas en la costa oeste, de acuerdo con Los Angeles Times. “Afirman que liberar a las criaturas experimentales en la naturaleza conlleva riesgos que aún no se han estudiado a fondo, como el posible daño a otras especies”, afirmó el periódico.
En específico, los detractores de la idea temen que inesperadamente la población local de mosquitos sea más difícil de controlar, sobre todo en zonas pobladas. El experimento se realizará, de hecho, en los condados de San Bernardino, Fresno, Stanislaus y Tulare, al este de Los Ángeles.
Por ejemplo, la bioética Natalie Kofler, de la Facultad de Medicina de Harvard, pide “más transparencia sobre los motivos por los que se realizan estos experimentos”, además de sopesar “los riesgos y los beneficios”.
Entre otros argumentos, subrayó que “los posibles beneficios de la tecnología son menores de lo que serían en regiones más tropicales del mundo, donde los brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos suelen amenazar a los humanos”. Además, sentenció que “nunca” en California un Aedes aegypti ha transmitido la enfermedad.
Al respecto, Nathan Rose, jefe de asuntos normativos de Oxitec, aseveró que en el estado del litoral pacífico los diminutos y agresivos mosquitos “se han extendido rápidamente tras ser descubiertos hace una década”.
En apenas 13 semanas, la fórmula de la biotecnológica británica redujo en 95 por ciento la población del insecto en un barrio de Brasil, aportó el ejecutivo, cuya firma realiza actualmente un operativo del otro lado del territorio, en los Cayos de Florida.