Se llama George Gao y es una de las personas más autorizadas para hablar del coronavirus, dada su condición de director general de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de China. Con ese título al menos experiencia tiene en la pandemia, ya que su país, donde se inició el brote, ya está en la etapa de recuperación paulatina.
Por eso, en entrevista con Sciencemag.org, el experto, que también está educado en la Universidad de Harvard, aseguró que el problema en buena parte del mundo, pero sobre todo en Europa y Estados Unidos, tiene que ver con el uso de las mascarillas.
«En mi opinión, el gran error es que la gente no se está poniendo las mascarillas. Este virus se transmite por gotitas y por contacto cercano. Por eso tienes que llevar una máscara, porque cuando hablas siempre salen gotas de tu boca. Mucha gente tiene infecciones asintomáticas o presintomáticas. Si llevan máscaras, pueden evitar que las gotas cargadas de virus escapen e infecten a otros», comentó el director del CDC.
Gao agregó, por otro lado, que otro gran consejo es «aislar todos los casos y poner en cuarentena los contactos cercanos».
La autoridad intentó ser cauta sobre la llegada de mejores temperaturas en el hemisferio norte, ya que eso no garantiza que el virus desaparezca. «Mucha gente piensa que el virus es frágil y particularmente sensible a la temperatura o la humedad. Pero, gracias a estudios hechos en China y Estados Unidos, parece que es muy resistente en algunas superficies, y que podría sobrevivir en muchos medios», señaló.
El científico chino además aseguró que la «comunidad internacional pensó que esto no era más que un virus» y negó cualquier demora de China en informar al mundo sobre su existencia y que se tomaron el tiempo sensato hasta tener todos los antecedentes.
«Creo que el tiempo que pasó entre la aparición del artículo -con la secuencia- y el momento en que se informó a la OMS fue de unas pocas horas. Desde luego no más de un día. No quieres que el público entre en pánico, ¿no? Y nadie en ningún país podría haber predicho que el virus iba a causar una pandemia. Esta es la primera pandemia que no es de gripe», concluyó.