Una profunda investigación a la forma en que las empresas están exponiendo a los niños a la publicidad y los rastrean en línea, tras recopilar y almacenar sus datos, exigieron a la Comisión Federal de Comercio (FTC) varias asociaciones de consumidores en Estados Unidos.
«La FTC no puede basar decisiones políticas relevantes en la actual escasez antecedentes sobre cómo funciona el ecosistema de información. Más bien, debe realizar y completar una serie de estudios para arrojar luz sobre la opacidad de estas industrias antes de adoptar cualquier reglamentación ligada con la privacidad o bien un cambio importante en sus políticas», reza la declaración enviada como carta.
Aunque el texto no apunta explícitamente a ningún actor de la industria, el director ejecutivo de la Campaña por una Infancia sin Comerciales (CCFC), Josh Golin, expresó a CNBC que la agencia que promueve los derechos de los consumidores y vela por la libre competencia bien podría poner su lupa sobre firmas como Disney, Google, TikTok y Twitch.
«Necesitamos todo el poder de la ley para proteger a los niños de la predatoria recopilación de datos, pero no podremos ponerlos a salvo de las estrategias comerciales los gigantes tecnológicos si no sabemos cómo realmente funcionan», fundamentó a la cadena televisiva.
Además de la CCFC, adhirieron a la solicitud organismos como el Centro para la Democracia Digital (CDD) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), todos los cuales exhortaron a la autoridad para avanzar en fórmulas que aseguren información y transparencia.
La privacidad de los niños en se ha convertido en un tema recurrente, sobre todo porque los menores comienzan a usar la tecnología cada vez a edades más tempranas.
Fue la propia FTC la que en septiembre de 2019 impuso una multa de $170 millones de dólares a YouTube por recopiló información personal en canales con contenido infantil sin notificar a los padres ni obtener previamente su consentimiento.
Para evitar situaciones como esa, redes sociales como Instagram están tratando de mantener a los más pequeños a raya, mediante la aplicación de barreras a los menores de 13 años.