Por casi 50 años, la Corriente magallánica o Corriente de Magallanes ha permanecido como un misterio para los científicos, que no pueden determinar a qué distancia se encuentra ese flujo de hidrógeno neutro que, según la teoría más aceptada, se habría formado por la interacción gravitacional de la Vía Láctea —nuestra galaxia— y las Nubes de Magallanes, dos galaxias enanas cercanas a nuestro hogar.
Sin embargo, un estudio publicado por científicos de la Universidad de Wisconsin en The Astrophysical Journal Letters señala que la Corriente magallánica se encuentra a una distancia más corta de lo que se pensaba, a unos 65,000 años luz de la Tierra.
El resultado de los expertos pone en duda un estudio apenas publicado en 2020, que señalaba que la Corriente magallánica se encuentra a una distancia de entre 325,000 y 650,000 años luz de la Tierra.
Scott Lucchini, uno de los autores del estudio que ubica a la Corriente magallánica a una distancia más cercana, explica que la clave de su hallazgo fue formular modelos de predicción precisa que contemplaron la existencia de una corona de gas caliente que rodea la corriente.
Bajo este enfoque, los expertos de la Universidad de Wisconsin determinaron que las nubes de Magallanes han orbitado entre sí desde hace unos 3,000 millones de años y en dirección opuesta a lo que se pensaba. De esta manera, la corriente se ha acercado a nuestra galaxia en vez de alejarse.
“Agregar la corona al problema cambió la historia orbital de las nubes”, explicó Lucchini en una nota publicada por Europa Press.
Tras su hallazgo, los científicos señalan que es probable que el gas que compone la Corriente magallánica impacte relativamente pronto, en términos astronómicos, a nuestra galaxia, lo que daría origen a nuevas estrellas. Este fenómeno, apuntan los científicos, ocurriría en unos 50 millones de años.