La agencia espacial estadounidense financiará el desarrollo de un proyecto que permitirá instalar un radiotelescopio en la Luna similar al de Arecibo, que colapsó en diciembre de 2020.
La iniciativa, denominada Radiotelescopio del cráter lunar (LCRT), busca que la infraestructura se instale en el lado oscuro del satélite y recoja las ondas de radio del espacio exterior.
Aunque contaría con un disco similar al de Arecibo, su ventaja es que en la Luna estará protegido de otras señales de radio y de la contaminación de la atmósfera terrestre.
De esta forma, permitiría escuchar ondas de radio del universo primitivo, lo que ayudaría a comprender los orígenes de la materia oscura, que supera en seis veces a la materia visible.
El radiotelescopio consistiría en un plato con un diámetro de un kilómetro, tres veces más grande que el de Arecibo (305 metros) y que sería construido al interior de un cráter lunar.
Arecibo, que fue el mayor radiotelescopio terrestre, permitió descubrir el primer exoplaneta, trazar un mapa de la superficie de Venus y detectar estrellas que confirmaron la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.
Construcción
Aunque todavía no es un proyecto oficial, la agencia espacial asignó $500,000 dólares a un equipo interno para refinar su concepto del diseño del telescopio y elaborar un plan para construirlo.
El equipo de LCRT ya escogió algunos cráteres de unos 3 a 5 kilómetros de ancho, lo suficientemente grandes para albergar el plato. Ahora tienen que averiguar cómo construirlo.
Un plan potencial es aterrizar dos módulos de aterrizaje en el borde del cráter, uno con la malla y el otro con 20 rovers DuAxel, que colocarían una serie de cables guía para desplegar la red.
Los vehículos exploradores DuAxel podrían hacer el trabajo de forma autónoma en solo 10 días, tiempo suficiente para evitar las noches lunares de 15 días terrestres.
Otra alternativa más económica implica el uso de arpones para desplegar la red, aunque el equipo robótico debería sobrevivir a las noches lunares.