Un cohete japonés explotó pocos segundos después de su lanzamiento en su vuelo inaugural el miércoles. El vehículo no tenía tripulación y nadie resultó herido en el incidente.
Las imágenes del lanzamiento, que se suponía que desplegaría un satélite de prueba del gobierno, muestran el cohete Kairos de 18 metros de altura en erupción en una enorme bola de fuego solo cinco segundos después de despegar. Los escombros en llamas que cayeron al suelo también causaron un incendio en el sitio de lanzamiento.
BREAKING: Space One rocket explodes during launch from southern Japan pic.twitter.com/8IWiu2bRKa
— BNO News (@BNONews) March 13, 2024
El fabricante del cohete, Space One, con sede en Tokio, dijo en un comunicado: «Se ejecutó el lanzamiento del primer cohete Kairos, pero tomamos una medida para abortar el vuelo». Sin embargo, aún no ha revelado detalles de lo que lo llevó a tomar medidas tan drásticas.
Kairós es una antigua palabra griega que significa «el momento adecuado», pero la misión resultó ser todo lo contrario para el decepcionado equipo. Una misión exitosa habría hecho que Space One se convirtiera en la primera empresa privada japonesa en desplegar un satélite en órbita. El fracaso es un revés para los esfuerzos de Japón por entrar en el mercado de lanzamiento de satélites comerciales en el que SpaceX, Rocket Lab y otros están disfrutando de un éxito creciente. Pero el equipo de Space One tomará lo que aprendió del intento fallido del miércoles y lo intentará de nuevo.
No todo han sido malas noticias para los esfuerzos espaciales del país. En febrero, por ejemplo, la agencia espacial japonesa, JAXA, lanzó con éxito su cohete insignia H3, aunque hay que reconocer que la ruta hacia el vuelo no fue nada fácil. Un mes antes había logrado llevar una nave espacial a la Luna, convirtiéndose en el quinto país en lograr un aterrizaje suave allí. Y la nación también ha enviado varios astronautas a la Estación Espacial Internacional, utilizando hardware de la NASA, y el más reciente regresó a salvo a la Tierra el martes después de una estadía de seis meses en órbita.